El kit de la perfecta rociera

Rocío Esperanza representa a la perfecta rociera. Desde el nombre hasta la devoción que siente por esta celebración, pasando por un atuendo que, sin renunciar al estilismo y la moda, resulta totalmente práctico para el Camino. La parte principal del mismo es el traje, que como ella misma cuenta «se ensucia todos los días y se tiene que cambiar cada jornada». Ella, para la primera, eligió un vestido de diseño de Amparo Maciá cuyo precio es de 500 euros. No obstante, «si te lo haces tú es mucho más barato y te puede costar entre 50 y 100 euros».

Esta matrona de 35 años salió ayer a hacer el recorrido sin renunciar a ningún detalle, comenzando por el peinado: «Tienes que llevarlo recogido para que no te moleste, ayudándote con gomina o laca». La flor que adorna el cabello es otro complemento de un atuendo que debe combinar la elegancia con el pragmatismo, ya que el Camino es duro. La bolsa a la cintura, al estilo riñonera, es esencial y ahí van numerosos complementos como el antimosquitos, el bronceador o el agua para hidratarse, sin olvidar el móvil aunque este «es difícil que lo escuches».

La medalla de la hermandad y las botas camperas completan la vestimenta de Rocío, que este año ha ido acompañada de su marido y su hijo, Julio, de cinco años. «El chico viene solamente hasta Sanlúcar», ya que es muy pequeño todavía. Pero ello no significa que no vista como uno de sus mayores: traje típico de corto, botas también camperas e instrumentos musicales como el pito y el tamboril rocieros.