EL TEMA

El ema, también llamado el único, porque está claro que no hay más. Sí, el que le ronda por la cabeza, ya sabía que nos íbamos a entender. Muchas veces hemos oído que el sexo es lo que mueve realmente el mundo. Puede ser que lo mueva, en ocasiones, lo para; siempre, lo agita; y cuando menos te lo esperas, lo hace estallar. Lo que es seguro es que influye o es determinante en infinidad de ocasiones, lo de 'las dos carretas' no anda muy desencaminado. Prácticamente no hay día en el que no aparezca en los diarios algún caso de escándalo sexual. Si no es un congresista estadounidense, es un ministro francés, o el mismísimo presidente del Fondo Monetario Internacional, que intentó llegar al fondo de la cuestión de manera unilateral. Y es que el sexo no respeta ni las corbatas mejor anudadas. Cuántas fortunas y dignidades se habrán escapado por la bragueta. Bueno, las mismas que habrán entrado por el mismo lugar. Llámenme obseso o lo que quieran, pero hasta en el tema de los pepinos me parece ver la mano de Eros. Si observan detenidamente las fotografías que ilustran el desatino alemán, verán que hay indicios de apología fálica en la mayoría de ellas. Ilustres cocineros, políticos y gentes del sector hortofrutícola empuñando pepinos como si estuvieran 'empuñando pepinos', ya me entienden. Impagable, si se me permite, la instantánea del eurodiputado de UP y D, Sosa-Wagner, agarrando un pepino, seguro de si mismo cual sota de bastos, en actitud de protesta. Hagan el favor de buscarla por internet y les aseguro que les alegrará el día. ¿Es necesario ser tan explícito? Pienso que se puede reclamar justicia e indemnizaciones sin necesidad de enseñar el miembro afectado. Nunca he visto a un político, o a un empresario del ramo, enarbolando un ladrillo o un martillo para reclamar ayudas para el sector de la construcción. Con la palabra suele bastar. La cosa hubiera sido diferente si el producto en entredicho hubiera sido otro, por ejemplo las acelgas. No me imagino a este señor dando un discurso con una hoja de acelga en la mano. Sí con dos melones, o dos peras de ración. ¿Será el calentamiento global? Pasen buen día.