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El sueño de Irene Villa
Se casa rodeada de famosos. Ni la lluvia ni una avería en el coche deslucieron su boda con el empresario argentino Pablo Lauro
Actualizado: GuardarEn una existencia con dificultades añadidas, como ha sido la suya, parece que los logros, por pequeños que sean, cuentan mucho más. Irene Villa, que sufrió la brutalidad de ETA cuando tenía 12 años (perdió dos piernas en un atentado hace veinte años), acaba de cumplir un sueño: vestirse de blanco y pasar por el altar. El pasado sábado, la periodista y psicóloga, de 32 años, le dio el 'sí, quiero' el empresario argentino Pablo Lauro (28), con el que empezó a salir hace dos años. Se conocieron a través de la Fundación También, destinada a la integración social de discapacitados.
Con los recién casados, hasta 170 invitados, entre los que había varias caras conocidas (Nieves Herrero, Marina Castaño, la actriz Isabel Aboy...). Irene no perdió la sonrisa en ningún momento y eso que tuvo que capear con los contratiempos, que no fueron importantes, pero sí unos cuantos... Ella quería ser una novia puntual, y tanto lo fue que llegó y tuvo que esperar en el coche porque la boda anterior se había retrasado (se casaron en la iglesia de San Francisco el Grande, en Madrid).
Tras la lluvia de pétalos y de arroz (y de agua, que también se nubló un rato) tenían previsto partir en un descapotable rumbo al restaurante. Y otra vez quietos, que el vehículo no se quiso poner en marcha. El plan B fue pedirle el coche a Nieves Herrero. Pero ni esos pequeños reveses deslucieron el día, especial por partida doble, porque además de la esperada boda celebraban el cumpleaños de la madre de Irene. La novia eligió un vestido -alquilado, que así lo quiso ella- de Innovias en color marfil, en seda y con una larga cola y velo.