Barreda y Cospedal firman un armisticio, pero no intercambian información

El Gobierno de Castilla-La Mancha en funciones y el PP restablecieron ayer relaciones para el traspaso del poder en esta comunidad, apenas unas pocas horas después de que el Ejecutivo del socialista José María Barreda dijera que suspendía esos contactos por las acusaciones de los populares en torno a la «quiebra total» de la economía de esta comunidad.

El consejero de Presidencia y de Administraciones Públicas, Santiago Moreno y el secretario general del PP castellano-manchego, Vicente Tirado, se reunieron en Toledo durante algo más de dos horas para continuar con este proceso. Del encuentro se extrajeron tres conclusiones: las dos partes volverán a reunirse a lo largo de esta semana, el PP insiste en solicitar información sobre la situación económica de la Junta de Castilla-La Mancha y el Gobierno autonómico solo aportará estos documentos a los consejeros que nombre María Dolores de Cospedal una vez que tome posesión como presidenta dentro de dos semanas. De hecho, Moreno acudió al encuentro sin un solo documento.

En lo que sí coincidieron el consejero saliente y el número dos de Cospedal es en su «disposición» a que el traspaso de poderes se efectúe con «normalidad». «Seguiremos trabajando», indicó Moreno, quien volvió a negar que se estén eliminando expedientes y facturas en las consejerías, como afirma el PP. «Cualquier expediente está compuesto por un montón de documentos que están debidamente registrados y uno no puede coger algo que está registrado y llevárselo porque lo verían al día siguiente. Es una barbaridad y sería un delito flagrante», aseguró el consejero para recalcar a continuación que «los documentos requeridos solo se entregarán a los futuros consejeros».