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La FIFA excluye al equipo de fútbol femenino de Irán de la carrera por los JJ OO de Londres porque sus futbolistas usan hiyab

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La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) adoptó el domingo una decisión sin precedentes. Uno de sus representantes dictaminó que las mujeres integrantes del equipo femenino de fútbol de la República Islámica de Irán no podían disputar el encuentro previsto contra la selección de Jordania si no variaban su indumentaria. El partido formaba parte de la fase de clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres, que se celebrarán en la capital inglesa en 2012.

Las futbolistas iraníes saltaron al terreno de juego vestidas con pantalones blancos (grises para las porteras) que les llegaban por debajo de la rodilla y unas medias altas que ocultaban sus piernas. Vestían también camisetas de manga larga y llevaban las cabezas cubiertas: había quienes usaban una especie de gorritos blancos (al estilo indonesio), mientras que otras cubrían sus cabezas con el hiyab, cuya tela les tapaba también el cuello y las orejas. La exhibición de estas zonas corporales no está permitida en Irán debido a las restrictivas interpretaciones del Corán realizadas por los ulemas.

El equipo femenino de la república islámica presidida por Mahmud Ahmadineyad fue informado de la prohibición minutos antes del inicio del encuentro y cuando las jugadoras habían saltado ya al terreno de juego. La decisión de la FIFA provocó la desilusión y los llantos de las jugadoras, la airada protesta de Farida Shoajaei, vicepresidenta de la Federación de Fútbol Femenino de Irán, y el desencanto entre los espectadores que se habían dado cita en el estadio de Amman, la capital jordana.

«Hay que negociar»

La Federación de Fútbol de Irán, respaldada por el Comité Olímpico de su país, ya ha anunciado que presentará una protesta formal ante los órganos directivos de la FIFA por una prohibición que, consideran, lesiona sus intereses deportivos. «Aunque la regulación dice que ningún país puede jugar con vestimenta islámica, es necesaria una negociación sobre esta materia», argumentó Ali Kafashian, presidente de la Federación Iraní de Fútbol. Tras la prohibición del encuentro y la consiguiente suspensión, la FIFA dio por perdido el partido a Irán por 3-0 y concedió los tres puntos a Jordania.

La controversia por la vestimenta empleada por las jugadoras iraníes, de la firma italiana Legea, no es nueva. El pasado mes de abril, la propia FIFA había prohibido a este mismo equipo la disputa de varios partidos por cubrirse la cabeza con pañuelos. Acto seguido, la federación iraní adoptó diversos cambios en la indumentaria de sus jugadoras (como los gorros blancos) con la esperanza de obtener el plácet de las autoridades deportivas internacionales. Sin embargo, la FIFA se ha mostrado inamovible en la prohibición. Sus estatutos establecen bien a las claras cómo debe ser la uniformidad de las selecciones que disputan las competiciones internacionales.

El uso de chándales, que cubren las piernas y los brazos de las jugadoras iraníes, tiene por objeto último disimular las formas corporales de las deportistas y serían fruto de la «modestia» indumentaria que debe caracterizar a una buena mahometana.

Irán compite en fútbol femenino desde 2005. Se trata de una especialidad muy popular entre las mujeres. Pero no deja de ser chocante que ni jugadoras ni aficionadas puedan entrar en los estadios, ya que, alertan los ulemas, su ambiente no es el más adecuado para las mujeres.

Hiyab de gama alta

Hay otras especialidades deportivas (como carreras de fondo, lucha o atletismo) donde las mujeres musulmanas compiten con las piernas y la cabeza tapadas. Especial mención merece el caso de Argelia, país donde las prácticas integristas obligaron a las deportistas a entrenar vestidas tras el asesinato de atletas por el GIA.

Empresas de primer nivel y, en especial la holandesa Capsters BV, ofrecen a las deportistas musulmanas prendas modernas (para practicar aerobic, correr, para deportes de equipo y al aire libre) adaptadas al hiyab. Eso sí, en materiales transpirables y de fácil lavado. Las prensas se venden por entre 9,50 y 22,50 euros.

Uno de los casos más recientes de controversia por la indumentaria tiene por protagonista a la velocista de Bahrein Ruqaya Al Ghasara, bronce en los Juegos de Asia, que compite ataviada al modo musulmán y que usó un pañuelo con el símbolo de Nike que, más tarde, disimuló en la ceremonia de entrega de medallas.

Ninguna de estas prendas, que se presentan en diversos colores y formas, pasaría, no obstante, la prohibición de la FIFA.