Repliegue de los 'indignados'
Actualizado: GuardarLos 'indignados' que han ocupado desde el 15M la madrileña Puerta del Sol, la barcelonesa plaza de Cataluña y otros espacios urbanos han tratado de concienciar a todos de la gravedad de los problemas que nos aquejan y de la escasa competencia de la clase política que debería esforzarse en ofrecer respuestas. Las encuestas demuestran que su mensaje ha calado y que una gran mayoría piensa que los partidos deben ser receptivos a estas protestas. Sin embargo, los promotores de tales movilizaciones, a los que se han agregado sin duda adherencias dudosamente afines, deben gestionar ahora el patrimonio político, moral e intelectual que han logrado para que su influencia no decaiga y su causa no pierda sonoridad. Para ello, deberán considerar con urgencia la necesidad de abandonar cuanto antes los espacios públicos que han ocupado y cuya degradación es patente, antes de que lo que ha sido una potente llamada de atención se convierta en una rémora para la normalidad de las urbes y en un baldón para su movimiento. Sería, en todo caso, deseable que los concentrados se disolvieran espontáneamente para que no fuera necesario imponer el retorno a la normalidad.