VACACIONES ANTICIPADAS

Fueron suficientes poco más de diez minutos para que todo se acabara, para que las ilusiones del Xerez Club Deportivo 10/11 murieran, para poner el punto y final a la campaña, para darse cuenta que el sueño era una quimera, algo imposible. El reloj del Martínez Valero acaba de superar las ocho y once minutos de la tarde cuando la cuesta arriba se hacía imposible de escalar. Inexplicablemente, el Xerez había saltado al prado del Martínez Valero con una tremenda pájara que le costó dos goles. A eso había que sumar el tanto que había adelantado al Valladolid en Pucela para darse cuenta de que el milagro debía quedar para otra ocasión, ya que por mucha tarde que quedara por delante ya nada cambiaría. El Xerez se quedaba fuera del 'play off', en la última jornada, pero fuera al fin y al cabo.

Y lo peor es la nefasta imagen que dejó la puesta en escena del Deportivo. Los azulinos llegaron al Martínez Valero de vacaciones anticipadas. La motivación y la intensidad se la dejaron en el camino, pues un Elche cargado de suplentes les pasó literalmente por en cima. Es cierto que hubo dos jugadas que marcaron el rumbo del encuentro, pues en el primer lance del encuentro José Mari mandó el esférico al larguero. Pero en la segunda ocasión de peligro, la primera para el Elche, los hombres de Bordalás se pusieron por delante tras una tremenda cantada de toda la defensa. Pasividad a raudales en toda la línea y papelón de Lledó. El meta sevillano realizó una buena parada para luego estropearlo, ya que se le escurrió el esférico en las narices de un Bodipo que solo tuvo que empujar el cuero al fondo de la portería para poner por delante al Elche en el marcador.

La jugada fue definitiva e hirió de muerte a un Xerez que mientras buscaba los motivos del primero de los goles encajó el segundo. Los futbolistas del Elche entraban como aviones, volaban sobre una línea defensiva descompuesta. Por tanto, el segundo gol fue tan sencillo como rápido. Balón desde la derecha que Santos empuja en la frontal del área chica sin oposición alguna. Fácil, sencillo, como en un entrenamiento sin rivales. Dos goles y partido finiquitado. Además, poco después el Valladolid lograba también el segundo en Zorrilla por lo que todo quedaba resuelto y el camino allanado para que los vallisoletanos entraran en el 'play off'.

El escenario de la jornada hizo que el Elche fuera bajando poco a poco el pistón y a medida que pasaban los minutos el Xerez iba teniendo mayor posesión de balón. Durante la primera media hora había sido el Elche el que había apretado como si fuera el que se jugara la vida, pero cuando todo estaba en contra fue cuando comenzó a aparecer el Xerez. De hecho, los de Javi López terminaron de meterse en el encuentro gracias a un error ilicitano. Un mal despeje del portero local fuera del área permitió a Capdevila marcar uno de los mejores goles de la temporada en Segunda División. El interior depositó el esférico en el fondo de la portería ilicitana con una rabona desde unos 25 metros. Fue lo único positivo de la tarde porque a renglón seguido llegó la lesión de Héctor Font, que tuvo que abandonar el terreno de juego con una fractura en el brazo.

En la segunda parte, los cambios de Bordalás reactivaron a un Elche que otra vez subió el nivel de intensidad y se hizo con los mandos del partido. El resultado no se hizo esperar, pues los aviones ilicitanos tomaron otra vez el espacio aéreo del Martínez Valero para superar con facilidad a un Xerez Deportivo que dejó una de las peores imágenes de la temporada. El Elche hizo el tercero, el cuarto y pudo hacer incluso un quinto y un sexto ya que los azulinos estaban en el campo pero su mente ya estaba en las vacaciones de verano. Solo la entrada de Antoñito dio algo de vidilla a los xerecistas. El sevillano jugó e hizo jugar a su equipo, pero ni Antonio ni ninguno de sus compañeros tuvo la efectividad necesaria para maquillar un marcador feo y triste para ponerle punto y final a la temporada. Es cierto que en Valladolid no se dio el resultado deseado, pero de haberse producido el Xerez tampoco había sabido hacer sus deberes.