Unos joyeros de tradición
Piaget y Nadal es uno de los establecimientos con más solera y clase de la ciudad
JEREZ.Actualizado:A finales del siglo XIX, concretamente en el año 1894 y proveniente de Suiza, llegó a nuestra ciudad el relojero Enrique Piaget, quien montó su relojería en la calle Larga. Y que fuera también quien instaló el emblemático reloj del Gallo Azul.
Con el paso de los años fueron sus hijos los que cogieron las riendas del negocio, pero fue su hijo Roberto Piaget el que, aun muy joven, se marchó a Suiza para estudiar la profesión de relojero.
A su regreso, ya maestro relojero y experto gemólogo, decidió que Jerez no era la ciudad adecuada para la expansión de su negocio, ya que viajaba constantemente a países como Holanda y Bélgica, en cuyos mercados internacionales se realizaban las más importantes transacciones de piedras preciosas; fijando, así, su residencia en Madrid, para de esta manera tener mejor control de su negocio a nivel nacional.
Aunque seguía siendo el gerente de la tienda de Jerez, era su hermana Luisa la que atendía y llevaba el negocio. No obstante, en la mente de Roberto Piaget existía la preocupación de la necesidad de encontrar para esta ciudad un hombre especial, un joyero de categoría, que, como socio comercial, cogiera las riendas del negocio, ya que su hermana tenía novio y estaba claro que tarde o temprano se casaría.
Granada
En sus viajes por las principales joyerías y relojerías de España, conoció en Granada al hombre que creyó idóneo para llevar su negocio. Se trataba de José Nadal Peramo, un excelente profesional de una joyería granadina llamada La Purísima, a quien le propuso venirse a Jerez como gerente de su negocio ofreciéndole formar parte de la sociedad; titulando la tienda como Piaget y Nadal.
José Nadal no se lo pensó dos veces y se vino para Jerez con su familia en el año 1945. Estaba casado con Consuelo Gálvez Rosende, fruto de cuyo matrimonio tenían cinco hijos: Consuelo, Josefina, Pepe, Emilio y Francisco, con los que arribó a Jerez, ciudad en la que crió a sus hijos y echó raíces.
Debido a su caballerosidad y características personales, José Nadal conectó inmediatamente con la sociedad jerezana, que acudía a la tienda a comprar, ofreciéndoles los mejores consejos sobre la adquisición de relojes suizos, así como de las inversiones en joyas y piedras preciosas de las que proveía Roberto Piaget. Como decimos, en José Nadal se daban un cúmulo de características pocas veces conocidas en un gerente de una tienda jerezana. A sus formas caballerosas y distinguidas maneras de atender al público, se sumaba su esmerada educación y finos modales, los que hacían que el establecimiento de Piaget y Nadal no solo tuviera el atractivo del género que se vendía, sino también la incuestionable calidad humana y técnica de su director.
Con los años, la emblemática y mejor tienda de relojería y joyería de Jerez ha sufrido los lógicos avatares que han traído los tiempos y la evolución de los mismos, con épocas mejores y otras no tan buenas, porque, como la mayoría de los negocios, al de la relojería y la joyería también les ha afectado las crisis que ha padecido la ciudad en particular y el planeta en general.
Debido a las famosas marcas que representaban y al prestigio que estas dos familias les han conferido a esta hermosa joyería, Piaget y Nadal siempre ha sido un referente en Jerez, a donde han ido a realizar sus compras las grandes familias y empresas jerezanas, para, por ejemplo, encargar y adquirir los regalos de bodas, pulseras de pedidas y sortijas de compromiso.
También recordamos haber visto expuestos en sus bien iluminados escaparates los trofeos deportivos que las casas patrocinadoras, bodegas y el Ayuntamiento compraban para las diferentes competiciones que se llevaban a cabo en Jerez: concursos ecuestres, de tiro a pichón, trofeos de la Vendimia...
Imagen
Como la mayoría de los negocios de Jerez de esa época, Piaget y Nadal ha experimentado grandes cambios y transformaciones, habiéndolo hecho siempre con el fin de dar mejor imagen a Jerez y a su lugar de ubicación, la calle Larga, a la vez que ofrecer a su clientela lo más selecto en marcas de relojería y joyería mundial. Y no habiendo por todo ello cambiado ni su accionariado, ni su dirección comercial, y continuando el negocio en manos de estas dos ilustres familias.
Como era lógico, al fallecer en 1978 José Nadal, fue su hijo Pepe quien cogiera el testigo de su gerencia. Fue la suya una gestión que llevó a cabo con la participación de sus hermanas y los descendientes de Piaget, formados por la familia Lorente-Piaget.
Aunque de rasgos muy diferentes a los de su padre, Pepe Nadal Gálvez continuó con la línea comercial marcada por su progenitor. Dadas sus características de hombre bonachón y de asequible trato, la gestión comercial llevada por Pepe al frente de los mostradores de la tienda fue también económicamente exitosa y muy agradecida por los numerosos clientes.
En la actualidad, tras el fallecimiento de Pepe Nadal y la jubilación de los Lorente Piaget, la tienda jerezana ha vuelto a tener otra nueva reestructuración y cambio de imagen, a cuyo frente y gerencia tiene hoy en día a Aurelia Romero, distinguida señora cuyo exquisito gusto se ha visto fielmente reflejado en el género expuesto en la escaparatería, sumando a las marcas tradicionales los nuevos diseños y tendencias por los que hoy camina la joyería mundial.