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ESPAÑA

El rey, más de un mes en fuera de juego

Implantan a don Juan Carlos una prótesis en la rodilla derecha. Mantuvo el buen ánimo e incluso llegó a hacer chistes en el quirófano

FRANCISCO APAOLAZA
MADRID.Actualizado:

Pese a que es rey y no matador de toros, jugador de tenis o piloto de motos, don Juan Carlos se comporta como un deportista de élite. Está obsesionado con «volver cuanto antes a sus actividades», dijo el médico que le operó. Pero una cuestión es la voluntad, otra la medicina. La cirugía de rodilla a la que se sometió ayer Juan Carlos I le tendrá fuera de juego entre cuatro y seis semanas y supone el enésimo capítulo sobre su salud desde que hace un año le operaran de un nódulo en un pulmón.

El problema se solucionó en un quirófano del Hospital San José de Madrid, pero comenzó hace 20 años. En diciembre de 1991, un esquiador derribaba al monarca en las pistas de Baqueira y daba al traste con su tibia. Aquella operación necesitó dos clavos, pero el remedio no era eterno, pues la rodilla derecha se fue degradando hasta el punto de no permitirle «su actividad física habitual».

El problema se cortó de raíz ayer, en una semana en la que la salud del jefe de Estado ha estado en los titulares tras unas declaraciones a la prensa en las que les afeaba su conducta. «Queréis matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días», les dijo. El suceso ha motivado que a partir de ahora, la Casa Real circunscriba la asistencia a los actos a los redactores gráficos.

Superada la tormenta, a las 7.50 horas, el rey entraba en el Hospital San José para someterse a una artroplastia, una intervención que le ha sustituido satisfactoriamente las superficies de rozamiento de los tres huesos implicados en el movimiento de la rodilla: el fémur, la tibia y la rótula. La operación duró 90 minutos y se desarrolló «con total normalidad», según el doctor Ángel Villamor, que se mostró «impresionado» por el estado de la pierna de su real paciente. «Es una persona muy dura que no se ha quejado tanto para lo que hemos encontrado. El cartílago estaba muy deteriorado y el hueso ya rozaba en algunas zonas», explicó el doctor tras la intervención.

Tiene fama de campechano. Hasta en el quirófano. Don Juan Carlos pasó las tres horas de quirófano con un buen estado de ánimo y siendo jefe de Estado. La anestesia epidural (aunque hubiera sido general no hubiera necesitado ningún tipo de regencia) permitió la conversación con los médicos: «Ha estado de muy buen humor, animándonos, haciéndo incluso chistes e interesándose por las fases de la operación».

Humor de bisturí

Fuera, un enjambre de cámaras y periodistas de decenas de medios esperaban noticias en las aceras. «¿Ahora estáis con la tibia?», preguntaba el jefe de Estado con toda naturalidad en la mesa de operaciones. Mientras tanto, un equipo de cirujanos había abierto unas incisiones de diez centímetros en su pierna por la que practicaron la intervención. A través de ese orificio, seccionaban las superficies de rozamiento de los tres huesos implicados, retiraban los clavos de la operación de 1991 e implantaban una prótesis con tres piezas.

Tres horas después, llegaba la reina para visitar a su marido y el monarca estrenaba rodilla con un drenaje en la herida que recoge aún la sangre para reintroducirla por vía venosa al modo de una autotransfusión. Coser y cantar, sin los dolores propios de la cirugía. Los dolores fueron antes, durante años en los que le han tratado con analgésicos, fisioterapia e incluso infiltraciones, hasta que se decidió operar. Durante ese tiempo, el monarca sufrió los achaques propios de «ir tirando de una rodilla dolorida» y que afecta a otras articulaciones.

Por la noche, los médicos tenían previsto trasladar al paciente de la unidad de observación. Mañana o el lunes recibirá el alta y comenzará un intenso tratamiento de fisioterapia de dos o tres sesiones diarias que incluirá apoyos, movimientos y fortalecimiento muscular (el fisioterapeuta ha estado presente en la operación). Para volver a «su actividad habitual», al reinado activo, se entiende, pasarán entre un mes y un mes y medio. Está previsto que el príncipe Felipe y doña Letizia, que optaron por no modificar su agenda y decidieron mantener la visita oficial que tenían que realizar a Asturias, visiten al monarca en su habitación hoy a mediodía.