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Los detenidos utilizaron su timo en cajeros automáticos de la Avenida, en Cádiz. :: A. V.
Ciudadanos

Tres detenidos por poner 'cepos' en cajeros para quedarse con la tarjeta

Actuaban en los bancos de la Avenida y utilizaban una variedad del 'lazo libanés' para evitar que los clientes pudieran sacar los billetes

CÁDIZ.Actualizado:

El 'lazo libanés' se ha puesto de moda en Cádiz y para desgracia de los que ya conocen esta práctica no tiene nada que ver ni con una prenda de vestir ni un nudo de corbata. Una veintena de gaditanos han sufrido esta práctica basada en una trampa que se coloca en los cajeros automáticos de las sucursales bancarias para 'capturar' las tarjetas de los siguientes usuarios, de forma que cuando estos van a realizar una transacción su tarjeta queda retenida. Una vez que la tarjeta bancaria queda retenida se aproxima al usuario la persona que ha colocado la trampa y se ofrece para ayudarlo cuando en realidad lo que hace es mediante engaño obtener el número secreto de la tarjeta. Tras los intentos de recuperar la tarjeta sin éxito el cliente de la entidad acompañado del defraudador abandonan el cajero, pero éste último regresa al poco tiempo y comoquiera que dispone tanto de la tarjeta como del número secreto extrae de la cuenta corriente todo el dinero que puede.

En este último mes se han producido en Cádiz distintos hechos delictivos consistentes en una variante del Lazo Libanés, a través de la colocación de lo que en el argot policial se llama 'cepo', un dispositivo metálico o pletina en la ranura de salida del dinero de determinados cajeros automáticos, concretamente los del sistema 'Wincord', de tal forma que cuando el cliente realiza un reintegro el dinero queda retenido, y una vez abandona el cajero, quien ha colocado el cepo, lo retira con el dinero adherido al mismo. Los cajeros de en los que se han colocado estos dispositivos metálicos han sido principalmente los situados en la Avenida.

Los cepos comenzaron a colocarse a finales del mes de abril y hasta el día de la fecha se habían contabilizado al menos unos veinte perjudicados, si bien pudieran ser muchos más puesto que algunos no interpusieron la correspondiente denuncia. Los importes que lograron sustraer los autores de los hechos delictivos oscilaban entre los 40 y los 600 euros, y aunque en bastantes ocasiones lograron consumar el delito y apoderarse del dinero sustraído, en otras ocasiones, gracias a la intervención de indicativos adscritos a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, que eran alertados por los perjudicados a través de una llamada a la Sala del 091, vieron frustradas sus intenciones y el dinero era intervenido por las dotaciones y entregado posteriormente al ciudadano.

Ante la gran cantidad de denuncias se inició una investigación hasta que se descubre como uno de los delincuentes manipulaba un cajero en las proximidades de Ingeniero de la Cierva, mientras que otro le tapaba. Tras la transacción fallida de un cliente la Policía confirmó sus sospechas y se detuvo a un hombre, M.T. de 28 años de edad y que contaba con detenciones anteriores por Robo con Violencia, Lesiones y Robo con Fuerza y una mujer, D.T. de 24 años de edad, sin antecedentes policiales, así como el conductor que transportaba a ambos. Aunque la investigación continúan y no se descartan más detenciones.