El primer ministro de Japón supera una moción de censura
Actualizado: GuardarLos conejos nacen sin orejas en las cercanías de Fukushima, pero Naoto Kan conserva su cabeza. A pesar de que la mayoría de los japoneses consideran a su primer ministro el máximo responsable de la polémica gestión de la crisis nuclear desatada por el terremoto del pasado 11 de marzo, Kan superó ayer la moción de censura que le habría obligado a disolver el Parlamento y convocar elecciones generales anticipadas solo un año después de acceder al cargo. Los votos de su partido, que se había mostrado dividido sobre la idoneidad de mantener a Kan al frente del país, le han dado un balón de oxígeno. Pero pequeño.
Todo apunta a que el actual primer ministro no será el que rompa la cadena de dirigentes nipones que duran dos telediarios. Y ya van cinco en un lustro. Porque si ayer consiguió que sus propios correligionarios le dieran un voto de confianza en la Cámara fue solo por su manifiesta predisposición a dimitir cuando se haya cerrado el culebrón de la central nuclear de Fukushima. «Quiero que las nuevas generaciones asuman mis tareas en cuanto haya cumplido mi papel», declaró Kan antes de enfrentarse a la moción que habían presentado tres partidos de la oposición, y que fue rechazada con 293 votos frente a los 152 que pedían su dimisión.
Los ciudadanos no solo critican que la central nuclear fuese construida en el mar y frente a una zona de alto riesgo sísmico, un problema en el que Kan no tiene nada que ver. Piden responsabilidades por la falta de transparencia a la hora de informar sobre los dramáticos acontecimientos en la central, y por la lentitud con la que se están llevando a cabo las labores de reconstrucción.