Carisma
Actualizado:Cuando acabe el mandato municipal que comienza en unas semanas, y si lo culmina, Teófila Martinez ocupará la Alcaldía casi tantos años como lo hizo José León de Carranza. Las comparaciones son obligadas y pese a la ventaja real que le confiere a la alcaldesa el haber pasado por las urnas, tanto Martinez como Carranza inaugurarán un puente y en ambos casos son políticos a los que se les atribuye esa arquetípica y un tanto rancia, acepción del carisma. Decía Tomas Weber que el carisma sirve a veces para cambiar la historia, y créanme, sin entrar en profundidades y disquisiciones políticas, es de esperar que así ocurra. Algo dice que se equivoca el rumbo y que las movilizaciones de la plaza del Palillero o de la Puerta del Sol no son una sucursal del camping de La Cala del Aceite. Ya no basta con que el líder tenga la capacidad de convencer y de combinar ingredientes como la autoridad y/o la formación, ahora hay expertos que defienden que los profesionales de la política deben ir más allá, y tener la capacidad de atraer a nuevos y reacios votantes. Cansados de la corruptela, de la insostenible partitocracia que domina el sistema, y hastiados del torpe flirteo electoral al que nos somete unos políticos que pierden credibilidad por segundos, son muchos los que entendemos que es preciso un sistema más justo que acabe con muchas carencias democráticas. En algo más de quince años Teófila Martinez no ha sufrido prácticamente desgaste alguno, y a este paso acabará siendo como Regla Jiménez, la mujer que se mantuvo en la Alcaldía de Espartinas por más de cuarenta años. Es evidente, ha logrado atraer y convencer a los no adeptos e incluso hacer algo terrible: muchos olvidaron la ideología a la hora de votar.