Firmas falsas y dolencias exageradas
Un experto en caligrafía confirma que la rúbrica de los informes de cinco acusados fue falsificada «probablemente» por el médico Luis Carretero Un médico forense asegura que había varios expedientes con idénticas palabras
CÁDIZ.Actualizado:«Exageraron». Esta fue la conclusión que sacó un forense médico propuesto por la Fiscalía acerca de las dolencias de los acusados de obtener una pensión fraudulenta en la llamada 'Operación Karlos' y que se juzga desde el mes de abril en la Audiencia Provincial. Una conclusión a la que llegó después de revisar los informes médicos y realizar las pruebas pertinentes. Este experto afirmó que «en varios expedientes estaban escritas las mismas palabras», algo que cuanto menos le hizo dudar de su veracidad. Tras realizar las exploraciones médicas llegó a la conclusión de que los pacientes, ahora acusados, «exageraron su dolor» para obtener una pensión mayor por incapacidad laboral. No sólo lo dijo él, también lo corroboraron dos psicólogas. En concreto estas dos expertas declararon que Manuel González Hidalgo, uno de los acusados, «simuló y fingió durante la realización de las pruebas médicas de forma muy exagerada». Como ejemplo expusieron su comportamiento con movimientos bruscos en una de las pruebas.
Otra de las cuestiones que se trataron ayer fue la falsificación de documentos médicos. Ya en la sesión anterior, José Luis Vázquez Hidalgo, médico al que se le atribuyen algunos de los informes de los pacientes, aseguró «no haberlos firmado pese a que su rúbrica estaba en el documento». Ayer, un experto en caligrafía de la Guardia Civil se ratificó en su declaración de 2007 en la que sentenció que «dicha firma había sido falsificada». La autoría apuntaba a otro médico, Luis Carretero, algo que el propio agente señaló como «probable».
La sesión de ayer concluyó con el testimonio de tres médicos, dos propuesto por la defensa y un tercero por la fiscalía, acerca del estado de salud de Remedios Torres, la madre de María Jesús Campanario. Los tres coincidieron en señalar que Remedios tiene dolores aunque no se pusieron de acuerdo en el grado. Mientras uno apuntaba a que Remedios no es capaz de coger una jarra, otro señalaba que era capaz de caminar y viajar. No obstante, el fiscal quiso poner el acento en la falta de tratamiento médico desde 1994 hasta 2007. «Si hablamos de una enfermedad degenerativa, ¿cómo es que no hay ningún informe médico en este tiempo?», preguntó. Los peritos de la defensa se excusaron en que puede que existan esos informes «pero no están recogidos en el caso».