Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Vicente del Bosque hace sonar una vuvuzela ayer en la Ciudad Deportiva de Las Rozas. :: JAVIER LIZÓN / EFE
MÁS FÚTBOL

La concentración más incómoda

Las fechas, los rivales, la lejanía de Estados Unidos y Venezuela y los recientes líos de los 'clásicos' deslucen la actualidad de España La selección despide la temporada con dos atípicos partidos amistosos

Actualizado:

Por más que los internacionales, incluso los más veteranos como Capdevila, garanticen que vestir 'La Roja' es un orgullo y que con tal de estar en la selección merece la pena interrumpir las vacaciones o perder días de asueto, la concentración para los lejanos amistosos ante EE UU y Venezuela, iniciada ayer, resulta una de las más incómodas que se recuerdan. Con nada que ganar y cierto prestigio por perder, igual que ocurrió ante Argentina y Portugal, estos partidos suponen más un engorro que un aliciente.

Después de una temporada tan cargada para el grueso del equipo y cerrada con la gran final de 'Champions', hacer las 'américas' para afrontar dos encuentros sin chicha no es lo más motivador. No hay que preparar ningún Mundial o Eurocopa, ni partido oficial alguno de clasificación. Existe saturación de fútbol y más ganas de descanso que de aviones, hoteles y entrenamientos. Pero son fechas reservadas para compromisos de selecciones y ningún combinado nacional va a renunciar a ellas. Se trata de fomentar la convivencia y de ver en acción, por ejemplo, a jugadores como Bruno Soriano, Borja Valero y el debutante Manu del Moral. También de comprobar cómo está Negredo un año después de perderse la gran cita de Sudáfrica. Para ellos, acudir a Las Rozas supone una inmensa alegría. «¡Ojalá todos los veranos tenga que interrumpir mis vacaciones por esto!», exclamó, nada más llegar, el ya sevillista Manu. También Negredo dijo estar contentísimo, aunque le dio «muchísima pena quedarse en puertas del Mundial», y evita pensar en ser moneda de cambio del Real Madrid en el eventual fichaje del 'Kun' Agüero. El «cuerpo me pide quedarme en Sevilla», enfatizó.

De no ser por las suspicacias después de los 'clásicos', Del Bosque hubiera confeccionado una lista de perfil más bajo, con jugadores más necesitados de demostrar potencial de selección. Faltan Xavi, saturado y con el tendón de Aquiles renqueante, y Puyol, que hoy pasa por el quirófano para ser operado de una rodilla, pero es la base de los campeones. El mayor interés de la semana es que Vicente del Bosque compruebe, de primera mano, si el reciente maratón de clásicos dejó secuelas.

El técnico salmantino confía en que las aguas hayan vuelto a su cauce y, en caso contrario, ya anticipó el jueves pasado que no abusará de la mano izquierda. Una amenaza velada de un preparador poco amigo de líos y polémicas.

«Se impone el bien común»

Dos pesos pesados de la selección, ambos del Real Madrid, quitaron hierro al asunto recurrente. «Hay un bien común que se tiene que tener en cuenta y hay que olvidar todo por el beneficio de la selección», comentó Sergio Ramos, que llegó con la lección bien aprendida a la concentración. «En vez de pensar en los últimos partidos de club debemos recordar que juntos hemos logrado hitos como la Eurocopa y el Mundial. Hemos vivido momentos muy importantes como para andar con problemas de este tipo», subrayó.

Ramos aseguró que estaba feliz de reencontrarse con sus colegas, expuso que todo se lleva de forma «muy natural», y se mostró convencido de que no habrá diferencias insalvables. «Las cosas han quedado muy claras por ambas partes. Solo fueron roces. Hay que olvidarlos. La selección está por encima», insistió el sevillano.

El defensa de Camas fue el único protagonista de los 'clásicos' que tomó la palabra en Las Rozas. Antes lo hizo Casillas, pero en un acto publicitario. Anticipó un reencuentro sin dificultades. «Se jugaron demasiados partidos Madrid-Barça y eso crea tensiones. Pero ahora solo hay que pensar en que representamos a todo un país. Nos miraremos a la cara, nos acordaremos y ahí quedará todo. Se ha hablado demasiado del pique y hay que pasar página», reflexionó el guardameta.

Dijo alegrarse por los compañeros que estuvieron en Wembley y ganaron la 'Champions' porque, a su juicio, aunque «dé envidia, se lo merecen». Restó trascendencia a las palabras de Piqué, durante la celebración, en las que enfatizó que los azulgrana no se drogan, no se tiran y no compran a los árbitros. «Es una expresión. Un momento de euforia y ya está. No hay que darle más vueltas. Que lo disfruten».