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El viento del norte hizo que la nube de humo se desplazara sobre el Peñón y hacia mar abierto. :: AFP/ MARCOS MORENO
CAMPO DE GIBRALTAR

Explotan dos depósitos de combustible en la terminal de cruceros el Peñón

La primera deflagración hirió a dos trabajadores españoles, uno de los cuales fue trasladado a la Unidad de Quemados del Virgen del Rocío

MANUEL GUTIÉRREZ
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El caos se adueñó ayer de la terminal de cruceros de Gibraltar después de que a las 15.35 horas se produjera la explosión y posterior incendio de un tanque de depósito de agua y aceite usado en barcos situado en la zona, según informó el Gobierno de Gibraltar en un comunicado emitido en torno a las 21.00 horas.

En el momento de la deflagración se encontraban realizando trabajos de soldadura en la parte superior del depósito de combustible dos trabajadores españoles. Uno de ellos, de unos 40 años, resultó herido muy grave, con grandes quemaduras, mientras que su compañero, de 25 años, resultó con lesiones menos graves. Los heridos fueron trasladados en un primer lugar al hospital San Bernardo, donde recibieron atención médica inmediata. Tras ser estabilizadas las constantes del herido de mayor gravedad, se decidió su traslado a una unidad de quemados especializada en la península. Se dudó entre el Hospital Universitario Carlos Haya, de Málaga, y el Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla. Finalmente se optó por la última opción, según confirmaron fuentes de los dos hospitales. En torno a las 21.30 horas, el herido de mayor gravedad aún no había llegado por carretera a Sevilla.

Las causas precisas de la deflagración están bajo investigación, según informaron fuentes del Gobierno de Gibraltar. Además, en la terminal de cruceros, a muy pocos metros de donde se encontraba el tanque que explotó, se encontraba el gran crucero' Independence of Seas', algunos de cuyos pasajeros resultaron heridos de diversa consideración. El más grave, un hombre que sufrió la fractura de un hombro.

Mientras tanto, se activaban los dispositivos de emergencia, con la preocupación de que el depósito que había explotado se encontraba flanqueado por otros dos depósitos de combustible limpio para abastecer a los buques que allí recalan. El crucero y los buques que se encontraban más cerca fueron retirados de inmediato. En un primer momento se desplazaron a la zona tres unidades del Cuerpo de Bomberos de Gibraltar y dos unidades de bomberos del Ministerio de Defensa británico (MOD), así como tres remolcadores equipados para lanzar chorros de agua hacia la zona del incendio, con el propósito no sólo de sofocar el siniestro en el tanque de agua y aceite sucio, sino de enfriar los depósitos colindantes. Una densa columna de humo era ya visible prácticamente desde todo el Campo de Gibraltar.

Autoridades españolas ofrecieron su ayuda al Gobierno gibraltareño, que la rechazó sin más. Hay que poner de relieve que a muy escasos kilómetros, en San Roque, se encuentra la Refinería Gibraltar-San Roque, de Cepsa, que cuenta con equipos altamente especializados en el control de este tipo de siniestros. La Royal Gibraltar Police, desde el primer momento, acordonaba la zona, mientras los bomberos, desde tierra, trataban de sofocar el fuego con la ayuda de un remolcador. Todo inútil.

El empecinamiento del Gobierno gibraltareño en no solicitar colaboración desde el otro lado de la Verja desde el primer momento, y además de rechazar el que se le ofrecía, tuvo sus «frutos».

En efecto, a las 19.40 horas hacía explosión y posteriormente se incendiaba uno de los dos depósitos de combustible limpio para suministro a buques que se encuentran junto al primer tanque incendiado. La columna de humo se recrudecía, aunque el viento, del norte, empujaba la nube sobre Gibraltar hacia mar abierto. Finalmente, el Nº6 de Convent Place decidió lo que debería haber hecho horas antes: solicitar ayuda. A todo esto, las unidades de tierra fueron retiradas por su propia seguridad, limitándose la intervención a la acción desde el mar.

Al cierre de esta edición luchaban también contra el fuego, desde las aguas de la Bahía, los citados medios gibraltareños, además de una embarcación Salvamar española y dos remolcadores especializados contratados por Gibraltar a una empresa española radicada en el puerto de Algeciras. La población gibraltareña residente en la zona más cercana al lugar del siniestro fue alertada de que debían permanecer en sus casas con las ventanas cerradas y atentas a la radio local y a la televisión del Peñón. En la sede del Gobierno gibraltareño, permanecía reunido el Comité de Emergencia Civil. Anoche, la delegada provincial de Medio Ambiente de Cádiz, Silvia López, aseguró que ninguna de las 17 cabinas de control de la calidad del aire ubicadas en el Campo de Gibraltar ha detectado niveles superiores a los límites legales.