Merkel acelera el parón nuclear
Actualizado:Merkel ha acelerado el apagón nuclear: a finales del año pasado, el Gobierno conservador aprobó una ley para prolongar la vida de las plantas atómicas hasta mediados de la década de 2030. Lo hicieron apremiados por sucesivas derrotas electorales, y bajo la presión de la catástrofe de Fukushima. Ahora, Berlín ha decidido acelerar aquel proceso y ha puesto una nueva fecha límite: 2022. La precipitación alemana empieza a mostrarse algo demagógica: primero, porque el cierre de las centrales supondrá un encarecimiento objetivo de la electricidad. Y, sobre todo, porque los beneficios medioambientales de la medida son discutibles, como han denunciado otros gobiernos europeos. La medida alemana incrementará la producción a partir de carbón y otros combustibles fósiles, con el plus de contaminación que ello comportará. Y, lo que es más grave, estimulará una mayor producción nuclear de países vecinos de Alemania que estarán encantados de exportar su producción a la gran potencia. En definitiva, Alemania sigue sin mostrar rigor en sus políticas, que parecen adaptarse apenas a la veleta de la opinión pública..