Denuncian que los autobuses nuevos están funcionando con piezas viejas
La plantilla asegura que se están utilizando cables de los coches antiguos para dar corriente eléctrica y ello provoca averías
JEREZ. Actualizado: GuardarCuatro nuevos autobuses circulan ya por el casco urbano de Jerez. Cuatro vehículos recién estrenados, con una imagen renovada y con todo el confort que el usuario pudiera esperar. Sin embargo, tras su impoluta fachada blanquiazul se esconden piezas viejas y una serie de deficiencias que la plantilla de Urbanos Amarillos no ha tardado en denunciar. Según el secretario del comité, Juan González, la empresa está cogiendo el cableado ya utilizado por los autobuses antiguos para la corriente eléctrica de los nuevos, con los consiguientes fallos que ello está provocando.
En concreto, el representante de los trabajadores aludió a anomalías en el sistema de apertura y cierre de puertas, a la avería de los botones de señalización de paradas y a la falta de emisoras y de letrero frontal que avise de la siguiente parada. «Están trayendo vehículos a cuenta gotas y encima llenos de fallos, porque en vez de utilizar rollos nuevos han cogido cables ya usados, lo que ha provocado un montón de averías».
Esto, para la plantilla, no es sino otro despropósito más a los que según ellos les tiene acostumbrados la empresa, a la que achacan que no se haya sentado a negociar los términos del convenio colectivo, ni haya constituido el comité de seguridad y salud. Además, recuerdan que aún carecen de uniformes y cada uno «va a trabajar vestido como quiere» y que tienen ciertos problemas a la hora de conseguir monedas suficientes para el cambio.
Primera toma de contacto
Una serie de cuestiones a las que habría que añadir los eternos atrasos en el ingreso de las nóminas y otras pagas, aunque en la actualidad casi todo lo que se debe a los empleados corresponde a Cojetusa, la anterior concesionaria, que responsabiliza a su vez al Ayuntamiento por no haber liquidado su deuda. Ante tal coyuntura, el comité confía en que el nuevo equipo de gobierno arroje algo de luz sobre el asunto y la concesión definitiva a Urbanos Amarillos, por un periodo de 15 años, contribuya a una cierta estabilidad en el servicio.
Ayer, precisamente, la alcaldesa electa, María José García-Pelayo, tuvo una primera toma de contacto con la empresa para evaluar en qué situación se encuentra y a qué se enfrentará su equipo a partir del 11 de junio. «Nosotros lo que esperamos es que, después de la firma por 15 años, haya una paz social -reconoció González-. Que el Ayuntamiento les obligue a pagar a los trabajadores en tiempo y forma, a respetarnos y a no incumplir el convenio».
Por ello, darán un margen de adaptación al nuevo gobierno al que hicieron un llamamiento para que, en cualquier tipo de negociación con la dirección, cuente también con la plantilla.