Terromoto en la Casa Rosada
LA CERBATANA Actualizado: GuardarAquella mañana no era una más, era la mañana después de una gran victoria electoral y eso se nota. Esa mañana se levantaría Mercedes Colombo con ganas de acudir a la Casa Rosada. Esta es la mía. Allá voy. Se había tomado revancha. Aquél siempre fue un territorio hostil dominado por socialistas y 'socialistos'. Aquella mañana Mercedes Colombo fue aplaudida por los pasillos de la Diputación por sus propios empleados. Ver para creer. No creo que ella nunca lo esperara. Ni ella, ni otros. La Casa Rosada había cambiado de color.
Treinta y dos años de Diputación socialista han dado para mucho. En Cádiz decir Diputación es sospecha de enchufismo.
Esto tiene un origen de ausencia de tradición democrática: confundir la administración pública con el partido. Así mismo, se puede decir de los sindicatos de clase. Son estos desmanes los que han provocado la indignación ciudadana.
Claro que ambos, PP y PSOE, sufren miopía y no ven más allá de las paredes de sus despachos. No comprenden que la democracia real que se exige, se les exige a ambos.
«Un tal Piniella» pide la renovación local del PSOE y miran para otro lado diciendo que todo va bien. Les gusta el status quo existente olvidando que la política (y sus cargos) son un servicio público, un servicio a los ciudadanos para la consecución de unos objetivos de interés general.
La gente ha despertado y quiere mayor democracia política, una democracia real. Los partidos se han adueñado de la democracia sin tener en cuenta a los ciudadanos. Ellos gobiernan mirando hacia arriba en lugar de hacia abajo. Los ciudadanos exigen participar pero la partitocracia se blinda ante sus peticiones.