Contador refuerza en casa su carisma
El corredor español goza de los homenajes de Pinto y la Comunidad de Madrid lejos de los capítulos del dopaje
Madrid Actualizado: GuardarAbucheos, un solomillo de ‘atrezzo’, disfraces de enfermeros y jeringuillas fueron esgrimidos por algunos espectadores a lo largo de la ronda italiana que terminó ganando Alberto Contador. Un plato de difícil digestión para un ciclista que recuperó su ambición y su espíritu combativo para el espectáculo, un corredor que desplegó su mejor nivel y compartió laureles menores con algunos compañeros de escapada.
Algunos seguidores se resisten a olvidar el clembuterol que apareció en su sangre en un control del verano pasado. En el pelotón sólo Thomas Lovkvist rompió la espiral del silencio que abraza a los colegas de profesión. Él y Renato di Rocco, el presidente de la Federación Italia de Ciclismo respetaron la participación del ganador pero señalaron la adulteración de una competición en la que Contador podría perder su ‘maglia rosa’, sus victorias de etapa y las clasificaciones de la combatividad y la regularidad si el TAS le considera culpable por el control positivo.
Sin embargo, en casa los aficionados siguen confiando a ciegas en él. “Es increíble el apoyo que me dan y siempre es importante cuando vas a una competición como el Giro”, reconoció con una sonrisa Alberto Contador en la madrileña Puerta del Sol. “Gracias por hacernos tan feliz a todos los madrileños y a todos los españoles”, respondió Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid tras un homenaje en el que faltó el saludo a los aficionados desde el palco debido a una tormenta y la mezcla con los ‘indignados’ que acampan en el kilómetro 0 de España desde hace quince días.
En Pinto, sus paisanos recuerdan sus sesiones quemando la goma de su bicicleta a rebufo del Renault 5 de su padre por las carreteras del sur de Madrid. Por eso, han recibido al ídolo mundial con el lema: “El Triunfo de la Verdad” en la plaza de la Constitución de la localidad tras un breve paseo por las calles de la localidad. “Ahora estoy centrado en disfrutar esta victoria con todos vosotros”, pregonó desde la Casa Consistorial. Me encantaría estar aquí dentro de poco pero primero vamos a recuperar el aliento” Son el sostén del carisma de Contador, un ciclista que conserva su atractivo para los aficionados de la bicicleta por su espíritu combativo y sin reservas en las grandes pruebas. Por eso el director del Giro Angelo Zomegman insistió en su participación y por eso Christian Prudhomme le quiere para el Tour a pesar de las presiones de ministra francesa de Deportes, Chantal Jouanno.
En las casas de Pinto cuenta con cariño, admiración y ese canto apasionado de la inocencia de sus vecinos que desea todo guerrero al regresar a su patria. Entre los aficionados Alberto se siente a salvo de las incomodidades que sufre el mejor ciclista de los últimos años por su relación con el dopaje. La ‘operación Puerto’ le incluyó entre los sospechosos a pesar de la exoneración pública de Eufemiano Fuentes, fichó por el Astana cuando el equipo kazajo fue excluido del Tour por los indicios y explotó con su positivo por clenbuterol y la explicación de la intoxicación alimentaria. Desde entonces se ha sucedido un año de juicios, recursos, la absolución de la federación local y el recurso de la Agencia Mundial Antidopaje. “Ha sido un año complicado, un invierno difícil”, reconoció nada más aterrizar en el aeropuerto madrileño de Barajas.
Turno para decidir
No obstante, el futuro inmediato de Contador será la familia y la placidez en el municipio del sur de Madrid para los próximos días. Momentos para disfrutar de su sexta gran vuelta junto a los más cercanos. Períodos de reflexión para recordar el cavernoma que amenazó con dejarle sin vida en una carretera de Asturias. Instantes para compartir cariño con Raúl, su hermano con parálisis cerebral que no le puede acompañar por las carreteras como Francisco, consanguíneo y representante. Tiempo para que el cuerpo recupere lo gastado en el Zoncolán, Sestrière o los tramos sin asfaltar rumbo a Orvieto. “Quiero estar tranquilo, relajado durante dos semanas. Desde luego que si voy al Tour es porque quiero estar al cien por cien”, proclamó el ciclista nada más llegar a su pueblo.
Pero también días para mirar al Tour de Francia porque el juicio del Tribunal de Arbitraje Deportivo se ha aplazado al menos hasta mediados de julio. Si lo desea podrá participar en la ronda gala con el beneplácito de la absolución de la Federación Española presentado en febrero. De momento, el tres veces ganador de la ‘Grande Boucle’ responde huidizo para evitar la presión: “El Tour está ahí, ahora hay que hablarlo con la dirección del equipo, y tengo que ver si estoy en condiciones. Si me cuadra con la preparación, estaré”. En caso de que se inscriba para la salida del 5 de julio contará con el apoyo de su director, Bjarne Rijs, muy cercano a la organización, así como de gran parte del pelotón. No obstante, basta repasar la crónica de ‘L’Equipe’ titulada ‘Dos Rosas y una espina’ que señala su lucha "entre despachos" o el recuerdo de que "está pendiente de una audiencia en el TAS" de Le Parisien para anticipar que la respuesta del público será más impredecible porque no se vislumbra la fe ciega que le tienen en el sur de Madrid. Eso sí, en Pinto mantendrá su corona y un trato de ídolo.