TIEMPOS REVUELTOSEL VOTO DE LOS JEREZANOS
Los electores demostraron estar perfectamente informados, dispuestos a decidirLa Junta ha ofrecido a sus empleados de Justicia trabajar horas extra por la tarde; quizá debería haberlo hecho con parados
Actualizado: GuardarFuera de Jerez hay quien se ha sorprendido por el hecho que en esta ciudad se haya pasado en una sola legislatura de una mayoría absoluta del PSOE a otra del Partido Popular. La verdad es que no es lo habitual, y menos en municipios de gran tamaño como este que nos ocupa. Pero hay antecedentes o, al menos, casos similares.
En Sanlúcar, hace cuatro años, el PP pasó de una mayoría absoluta a solo cinco concejales y el PSOE gano con una ventaja de seis ediles, aunque es cierto que no obtuvo la representación suficiente para gobernar en solitario. Pero volviendo al caso de Jerez y analizando fríamente los datos, cualquier analista político tiene motivos de sobra para quitarse el sombrero ante el comportamiento de los votantes en esta ciudad. Jerez es el prototipo de unas elecciones municipales. Se hace tangible, aquí más que en ningún otro sitio, la teoría de que en los comicios locales no importan tanto las siglas como las personas y la gestión al frente de los Ayuntamientos. Durante 24 años consecutivos esta ciudad ignoró la fuerza tremenda que tenían las dos multinacionales de la política española, PSOE y PP, y se entregó en brazos de Pedro Pacheco fuera cual fuese -PSA, PA, PAP- el partido con el que concurriese a las votaciones.
El exceso de poder y la prepotencia enterraron el carisma de Pacheco, y los votantes le retiraron su apoyo de forma mayoritaria obligándolo a pactar con PP y PSOE para seguir teniendo algo de mando. Tras una desastrosa legislatura de pactos, la ciudad volvió a castigar a los que, a su juicio, lo habían hecho mal -PP y Pacheco- y premió a Pilar Sánchez y al PSOE con una mayoría absoluta. En estos últimos cuatro años de gobierno de Sánchez han predominado las sombras sobre las luces por distintos y variados motivos como la crisis económica y las insalvables diferencias y enfrentamientos internos en el seno del partido.
Los ciudadanos no estaban satisfechos en absoluto y rápida y tajantemente han puesto la oportunidad en manos de María José García-Pelayo y el PP. Entre 2003 y 2011 Jerez ha tenido en el sillón de la Alcaldía a Pedro Pacheco, María José García-Pelayo, Pilar Sánchez y ahora de nuevo a la líder del PP. Esto no debe interpretarse como la expresión desconcertada, sin rumbo o sin creencias ideológicas políticas. A mi juicio supone exactamente todo lo contrario. Los electores han expresado abiertamente y a las claras su satisfacción o hartazgo en cada uno de los casos, y han demostrado estar perfectamente informados sobre el día a día de la ciudad en la que viven, sobre los aciertos y los errores, sobre nuestros representantes públicos y cada una de sus acciones o declaraciones. El ciudadano en Jerez está informado y vota en consecuencia, lo cual es un motivo de satisfacción también para unos medios de comunicación, los locales, que en algún momento podían haber tenido la sensación de estar informando en el desierto.
Por todo esto y por que sabe que es difícil que se le vuelva a presentar una ocasión como esta, estoy convencido de que García-Pelayo hará todo lo posible por no defraudar a los jerezanos en los próximos cuatro años. No lo va a tener fácil. Los gravísimos problemas financieros del Consistorio, las deudas con las concesionarias, el pago de las nóminas a los trabajadores municipales, la situación económica de la ciudad y el paro no se arreglan en cuatro días. La alcaldesa electa lo sabe, pero también sabe que la ciudad no va a tener demasiada paciencia con nadie. La misión es difícil, pero no imposible. Ánimo.