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Juan Ruiz, presidente de la Cruz Roja, en la sede de la avenida Micaela Aramburu. :: L. R.
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La Cruz Roja da de comer cada día a una docena de familias portuenses

La crisis no baja el pistón y eleva hasta el 95% el porcentaje de usuarios locales que recurren a la caridad para salir adelante

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La tan traída y llevada crisis económica sigue con el pie en el cuello de centenares de familias portuenses que no encuentran más salida que recurrir a la caridad para algo tan elemental como tener un plato de comida en la mesa. Una media de doce personas acuden a diario a la sede de la Cruz Roja portuense para retirar un lote de alimentos básicos.

El paquete, cuyos productos vienen directamente de la central de la organización no gubernamental, en Madrid, incluye leche, aceite, arroz y pastas, legumbres, galletas, café, cacao soluble, harina, zumos de frutas, papillas infantiles, pañales y productos de aseo personal, entre otros. En este momento, solo dos personas están en la lista de espera. Pero en abril la cifra era de nada menos que treinta. El presidente de la asamblea local de El Puerto, Juan Ruiz, explicó que si bien en el inicio de la debacle económica fueron las familias más vulnerables las que comenzaron a caer, la tendencia cambió a partir de junio del año pasado, cuando comenzaron a pedir ayuda familias estructuradas, hundidas por el azote del paro y asfixiadas por las deudas e hipotecas. «Nos dimos cuenta de que algo estaba cambiando cuando en la cola del reparto de bocadillos comenzamos a ver a gente de El Puerto». Hasta entonces, la inmensa mayoría de esa fila estaba compuesta por inmigrantes que, por otro lado, también son atendidos en Cáritas. Ahora, la principal demanda de este colectivo es el programa de asesoramiento para el retorno voluntario: quieren regresar a sus países.

'Café y calor' se recicla

Por otra parte, Juan Ruiz aclaró que el programa 'Café y calor' con el que los voluntarios llevaban alimentos y conversación a los indigentes y personas sin hogar no ha concluído por el impago del Ayuntamiento. El presidente detalló que esa partida económica ha sido diversificada y repartida entre otras acciones que la organización lleva a cabo a petición de Bienestar Social.

Se trata del transporte adaptado para discapacitados y personas mayores, o el incremento de los recursos en el programa de alimentos. «Se sigue atendiendo con la misma intensidad, pero hacia otros frentes, porque la situación social ha cambiado y era necesario reciclar el programa. Los bocadillos se siguen repartiendo, pero desde aquí».