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La retirada de la Bandera Azul a varias playas gaditanas ha suscitado la polémica. :: MIGUEL GÓMEZ
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«Las banderas azules son casi fraudulentas y por ello nada fiables»

Ecologistas en Acción critica el sistema por el que se otorgan estos distintivos, centrado más en servicios que en problemas ambientales

Carlos Charbuy
CÁDIZActualizado:

No hay discusión que valga o al menos eso piensa Ecologistas en Acción al considerar que las banderas azules son «casi fraudulentas» ya que no se rigen por baremos ambientales sino por la calidad para el usuario. Además, desde la entidad aseguran que ya no se da de acuerdo a organismo europeos sino que es una empresa la que las otorga y su actividad depende las administraciones, de forma que no se fían de los análisis realizados.

«Resulta curioso que si al agua de la Victoria no era adecuada para los bañistas dos días después de las barbacoas no se hubiera cerrado el baño al público. Pues es lo lógico cuando encuentran una bacteria o las condiciones no son las idóneas para los bañistas. Si eso es así no se espera hasta el comienzo de la nueva temporada de playas para denunciar que el agua de la Victoria no tenía la calidad suficiente para los bañistas», expuso Lola Yllescas, portavoz de Ecologistas en Acción.

La entidad es muy crítica con los baremos que se tienen en cuenta a la hora de otorgar una bandera azul, ya que consideran que no se tienen en cuenta los verdaderos aspectos ambientales, sino más bien aquellos que afectan al uso público y de cara a los turistas. «En la Barrosa no entran en los motivos de la continua pérdida de arena. No es lógico que haya que reponer arena todos los años y esto se debe a que se han cargado la playa y su zona dunar por el urbanismo salvaje. Que se repita en otras zonas de la provincia».

En el caso de las barbacoas de Cádiz, la portavoz de Ecologistas tampoco considera que se ahonde en el verdadero problema que hay detrás, ya que observa que en todas las concentraciones de personas ocurre siempre lo mismo independientemente del lugar. «Falta una concienciación medioambiental de las personas que no respetan el entorno. Si esto fuera así no habría ningún problema por el uso del recinto. Lo que pasa es que las concentraciones son sinónimos de destrozos para la naturaleza con independencia del lugar en la que se celebre o el tipo de fiesta».

Como ya es tradicional, desde Ecologistas la próxima semana se darán a conocer las banderas negras, aquellas que otorga la asociación a las playas que están expuestas a determinadas degradaciones. «En el caso de la Victoria lleva mucho tiempo siendo punto negro y especialmente por la contaminación lumínica. Hay otros lados como El Palmar en el que se refleja el abandono y la falta de mantenimiento o en otras el urbanismo agresivo como el caso de Costa Ballena».