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La UE da dinero por reformas a los países norteafricanos
Bruselas eleva a 7.000 millones de euros las ayudas a sus vecinos, pero condiciona su entrega a los avances democráticos
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa UE incentivará los procesos democráticos abiertos en el norte de África con un sencillo planteamiento: dinero a cambio de reformas. La jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, y el comisario de Política de Vecindad, Stefan Füle, presentaron ayer el nuevo documento que guiará las relaciones de los Veintisiete con los países más próximos a sus fronteras. La normativa incluye un importante aumento de fondos -hasta casi los 7.000 millones de euros- y la posibilidad de eliminar los requisitos de visado para los socios que más avancen en el respeto de las libertades.
Aunque la UE trabajaba desde hace más de un año en una nueva política de vecindad, las revueltas en el norte de África han acelerado todo el proceso. Las líneas maestras del documento difundido ayer están muy enfocadas a apuntalar las revoluciones árabes, pero en realidad sirven para todos los vecinos de Europa. En total, se trata de 16 países que se encuentran al este del continente, al otro lado del Mediterráneo e incluso en Oriente Próximo. «Es vital que la UE realice una propuesta global a sus vecinos y construya una cooperación duradera con ellos», resumió Ashton.
La base de la nueva relación que Europa pretende abrir con los países más próximos, especialmente con la ribera sur del Mediterráneo, es financiación a cambio de compromisos con las libertades. «Más fondos por más reformas», señala el documento a modo de lema inquebrantable. La UE, incluso, ha elaborado un listado que aclara cuáles son las medidas que pueden conducir a un vecino a obtener un cheque más abultado. Los Veintisiete citan como «elementos para construir una democracia duradera» la celebración de elecciones, la libertad de asociación y manifestación, la lucha contra la corrupción o contar con un sistema judicial independiente.
Bruselas alentará el desarrollo de los derechos básicos con un fondo que roza los 7.000 millones de euros. Esta cantidad, que se repartirá en distintas ayudas entre este año y el que viene, implica un aumento de 1.240 millones con respecto al presupuesto realizado antes del estallido de las revoluciones árabes. Además, el Banco Europeo de Inversiones ofrecerá otros 1.000 millones en créditos a los países de la ribera sur mediterránea.
La jefa de la diplomacia europea, que desde el inicio de las revueltas apostó por una inyección económica potente en la región, precisó que la UE también ha logrado involucrar en la financiación al Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (EBRD). Esta entidad, fundada en 1991 y con sede en Londres, cuenta con la participación de 61 países. Hasta ahora, sus operaciones se habían centrado en los antiguos países de la órbita soviética que van desde Europa del este hasta Asia central.
Inversión en empresas
Con el nuevo mandato aprobado por sus socios, el EBRD también invertirá en empresas privadas y estatales del norte de África y Oriente Próximo. Su función principal pasa por incentivar la apertura económica de un país mediante el fortalecimiento de bancos, compañías e incluso del sector público. Ashton, que promovió el nuevo papel de la entidad surgida tras la caída del comunismo, confía en que para 2013 pueda invertir anualmente en la región 2.500 millones de euros.
Los poderosos incentivos de los Veintisiete no solo se centran en el terreno financiero. La nueva política de vecindad también contempla favorecer la movilidad de trabajadores mediante acuerdos de «inmigración legal». «La sociedad europea está envejeciendo y se necesitarán empleados en áreas específicas», subraya el documento. La jefa de la diplomacia comunitaria apuesta por motivar a los jóvenes norteafricanos con ofertas educativas en la UE y una mayor comunicación vía Internet con sus homólogos europeos.