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Alfonso Guerra, en la imagen dando un discurso en un acto de la pasada campaña, ha mostrado su predilección por un congreso extraordinario. / Efe
elecciones 22-M

Los pesos pesados del PSOE se mueven para sustituir a Zapatero

El lehendakari propone elegir un nuevo líder de manera inmediata tras la deblacle electoral

PAULA DE LAS HERAS / AGENCIAS
MADRIDActualizado:

La guerra está en marcha. Y ha estallado mucho antes de lo que se preveía. Los 'barones' afines a Alfredo Pérez Rubalcaba dieron hoy un paso al frente para pedir la celebración de un congreso del PSOE sin esperar a 2012, lo que implicaría la elección de un nuevo secretario general y de una nueva ejecutiva federal para el partido. No es lo que planteó el lunes José Luis Rodríguez Zapatero en su primera reunión con la dirección del partido tras la contundente derrota en las elecciones autonómicas y municipales. Pero parece imparable.

El primero en mover ficha, a primera hora de la tarde de ayer, fue el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López. Tras una reunión de la ejecutiva de su partido, defendió que «la respuesta a lo sucedido el domingo no pueden ser solo unas primarias sin proyecto». Sin embargo, fuentes del partido aseguran que la suya no es una opinión aislada y que ya hay varios líderes territoriales dispuestos a respaldarla. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, no esperó y manifestó que «tan democrático es un proceso de primarias como un congreso», y unas elecciones internas «quizás rompían un poco el discurso que veníamos haciendo».

Los socialistas vascos aseguran que tras su propuesta no hay intenciones conspirativas, pero los miembros de la dirección del PSOE partidarios de una candidatura alternativa a la del vicepresidente primero del Gobierno están convencidos de que se trata de una maniobra para cerrar el paso a la ministra de Defensa, Carme Chacón. «No es una propuesta inocente; es una forma estatutaria de impedir las primarias e implica una censura a la ejecutiva federal y a Zapatero», sostiene uno de los partidarios de la política catalana. Pero no sólo los 'chaconianos' lo ven así. Fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo sostienen que, de este modo, Rubalcaba se «blinda» con vistas a 2012.

En un congreso no vota toda la militancia, sólo los delegados elegidos por las federaciones; lo que 'a priori' aminora el componente impredecible que tiene toda elección democrática. «Creen que esta fórmula les permitirá controlar mejor el partido», remarca otro dirigente que ve con recelo la idea del congreso después del verano y apunta, claro, a Rubalcaba y al vicesecretario general del PSOE, José Blanco. Lo cierto es que los partidarios de Chacón siempre han defendido que no había que celebrar un debate sobre personas sino sobre proyectos. Y algo así planteó el 'lehendakari', Patxi López. «Primero hay que decidir qué queremos ofrecer y luego decidir quién abandera el programa», planteó.

Sin programa

Este análisis, que en cierta medida compartieron varios miembros del grupo parlamentario socialista en su reunión de ayer, no termina de casar, sin embargo, con la celebración de un congreso extraordinario. Porque, según aseguran fuentes de la ejecutiva, a diferencia de lo que ocurre en los congresos ordinarios, no se vota una ponencia de estatutos, ni una ponencia marco ni hay discusión programática. Simplemente, se elige a la cúpula dirigente. El requisito previo es, pues, la dimisión de José Luis Rodríguez Zapatero y de toda su comisión ejecutiva. Eso será lo que decidirá el Comité Federal de este sábado y, si sale adelante, en 40 días el máximo órgano del PSOE celebrará su XXXVIII Congreso.

Era de sobras conocido que, tras el serio batacazo del domingo, un importante grupo de dirigentes había empezado a defender la idea de que lo último que convenía al partido era enzarzarse en una batalla de primarias. Arreciaron así las presiones a Chacón para que desistiera de presentarse. Pero fueron en vano. Resistió.