El Gobierno da dos semanas de plazo para pactar la negociación colectiva
La junta directiva de CEOE se opone al preacuerdo alcanzado con los sindicatos y exige a Rosell una mayor firmeza
MADRID Actualizado: GuardarLa paciencia del Gobierno se ha colmado. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha marcado el 6 de junio como fecha límite para alcanzar un pacto sobre negociación colectiva. Las conversaciones entre los agentes sociales se alargan en el tiempo, y ya han pasado dos meses desde el plazo que en principio marcó el Ejecutivo en el texto de la reforma laboral. Hoy, cuando el acuerdo parecía hecho, los empresarios exigieron a su presidente, Joan Rosell, que endurezca las condiciones prepactadas con los sindicatos. Unas demandas que prácticamente arruinan el proceso y obligan a reiniciar desde cero las conversaciones.
La junta directiva de la patronal celebrada este miércoles por la mañana se preveía como el final o como un nuevo comienzo en la negociación colectiva, pero finalmente significó el enésimo punto y seguido. La única conclusión en firme que salió de la reunión de CEOE fue que las conversaciones deben de continuar, amén de la petición, por parte de un sector de la asamblea, de endurecer las condiciones acordadas con las centrales sindicales.
Rosell expuso a sus colegas las dificultades que acarrearía no alcanzar un pacto inminente. Un decreto ley dictado por el Gobierno no ayudaría a nadie, tampoco colmaría sus aspiraciones e incluso podría llegar a ser contraproducente para los intereses de los empresarios. Fuentes presentes en la junta directiva de la patronal aseguraron que una negociación tan larga y sin acuerdo final sería perjudicial para las compañías españolas y para la imagen del país ante los mercados.
Horas más tarde, Valeriano Gómez puso fecha a esa amenaza que muchos ya creían improbable. Con el objetivo de evitar que el proceso se eternice, y quizá de echar un capote al líder de CEOE -proclive a ventilar este asunto lo antes posible- el titular de Trabajo fijó el 6 de junio como límite. Algunos empresarios creen que el batacazo electoral del PSOE ha sido determinante en la aceleración de este proceso y temen que ese traspiés político cambie radicalmente la orientación del texto final hacia posturas más próximas a los postulados de los sindicatos.
Grandes apoyos
Las críticas empresariales al documento procedían este miércoles de tres de las organizaciones más importantes dentro de CEOE, que hace cinco meses fueron esenciales para la elección de Joan Rosell como presidente. Confemetal, la Confederanández, es un "gran amigo" de Rosell (o al menos eso aseguró en su discurso de toma de posesión). Aún así, a la salida de la cita trató de calmar los ánimos y afirmó que existe "plena sintonía" con la presidencia de CEOE. "Lo que queremos es una reforma profunda y clara. Nuestra intención es negociar hasta el último día", insistió.
Este sector crítico exigió, en la práctica, un reinicio de las conversaciones con los sindicatos, pues sus miembros consideran que el documento que se les presentó "no tiene relieve suficiente". Estiman que el texto no proporciona al empresario una mayor flexibilidad de sus trabajadores respecto a las funciones y la localización geográfica.
Otra de las peticiones más repetida fue concretada por el recién nombrado presidente de Confemetal, Javier Ferrer, en sus primeras palabras tras asumir el cargo. Recalcó que los sindicatos deben de convencerse de que para que vuelva el empleo hacen falta "nuevas formas de contratación y de despido", y de que obsesionarse con el proteccionismo es "ir en contra" de la contratación.
A la salida de la reunión, el directivo de Cepyme, Antonio Primo, fue el más pesimista. Consideró que en el seno de la patronal "no hay unanimidad". "Seis o siete discursos han sido contradictorios entre sí", lamentó el empresario palentino.
Los miembros de la junta directiva pidieron a Joan Rosell que no cierre un acuerdo con posiciones "tan separadas" en el seno de la patronal y siga negociando. Pero el anuncio del ministro de Trabajo acelerará el proceso y no permitirá que los agentes sociales replanteen el contenido del acuerdo de negociación colectiva.