El Barça adelanta dos días su viaje

Un invitado imprevisto, el volcán islandés Grimsvoetn, ha alterado los días de preparación del Barça con vistas a la final de la 'Champions' del próximo sábado en Wembley. El gabinete de crisis del FC Barcelona, formado por miembros de la junta directiva y la dirección deportiva, tomó la decisión de viajar ayer por la noche (dos días antes) hacia tierras británicas para evitar más problemas por culpa del volcán. La erupción y la gran nube de cenizas que ha expulsado provocó ayer la cancelación de más de 250 vuelos en el norte de Europa.

La noche se esperaba larga para la expedición azulgrana y la entrada de Dani Alves al autobús del equipo con una almohada en la mano era un ejemplo de lo que les esperaba a los jugadores. Al cierre de esta edición el equipo volaba finalmente rumbo a la capital inglesa.

Durante toda la jornada, desde el club se hicieron cábalas sobre cómo desplazarse al Reino Unido. Se manejaron tres hipótesis de viaje, según las circunstancias de cada momento, que eran muy cambiantes. La primera consistía en coger un vuelo directo a Londres hacia las diez de la noche después de entrenar y pasar la noche ya en la capital británica, cerca del escenario de la final -como se hizo-. En caso de que las autoridades aeroportuarias inglesas cerraran antes el espacio aéreo, el Barça contemplaba hacer escala en París y reanudar el trayecto en tren rumbo al Reino Unido. Si el cierre del espacio aéreo afectaba a toda Europa, el equipo viajaría en todo caso en tren desde Barcelona a París y un día después completaría la segunda mitad del trayecto, también en tren, hasta Londres. «Hemos querido reducir a cero el riesgo del equipo, y por eso viajamos hoy (martes)», expresó Toni Freixa, portavoz de la junta directiva.

Aunque lo complicado era llegar a Londres, en la capital inglesa el conjunto azulgrana también tendrá algún contratiempo. Ayer, el club aún no había cerrado la posibilidad de entrenar en la ciudad deportiva del Arsenal y, además, los dos días de más que permanecerá en Londres deberá hacerlo en otro hotel distinto al previsto, porque el que había reservado no tenía plazas libres. «Estoy convencido de que todo esto no afectará al equipo en nada. Hemos buscado el riesgo cero», insistió Freixa.

Incertidumbre de los socios

Si el equipo tuvo difícil el viaje, para los 20.000 culés que se esperan en Wembley las complicaciones previstas serán aún mucho mayores. Desde el club les dieron tres opciones: esperar la salida de su avión, reservar plaza en un autobús o viajar por cuenta propia, ya sea en tren, coche o incluso en barco, como algunos aficionados han decidido hacer al tomar el ferry que une Santander y Southampton, en el sur del Reino Unido.

«Estamos en situación de incertidumbre y, como todo el mundo, estamos a la espera de cómo se desarrollan las circunstancias», señalaron desde el club. «Lo que pretendemos es que el socio elija la modalidad de viaje y de riesgo teniendo en cuenta la situación», añadieron.

El Barça descartó que la UEFA decida aplazar el partido y expresó su convencimiento de que «finalmente el socio podrá desplazarse». «Con molestias, pero el socio soporta esto y mucho más», dijo Freixa, para concluir: «Que nadie se alarme. Sería un desastre medio campo vacío, pero es solo una hipótesis».