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Con la rodilla y el corazón rotos

El futbolista del San Fernando Puli se pierde el final por una nueva fractura del cruzado

Cádiz Actualizado: Guardar
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En estado de shock. Aún aturdido, sin poder creerse el infortunio de su destino. Jesús Bernal Aparicio ‘Puli’ recibió ayer una de las noticias más amargas que le han podido llegar en sus 34 primaveras. Con el San Fernando jugándose el ascenso a Segunda División B, el futbolista conoció por fin el informe con respecto a su última lesión. Y está roto. En todos los sentidos.

La resonancia confirma una nueva fractura del ligamento cruzado de esa misma rodilla que le ha tenido seis meses en el dique seco. Luchó a brazo partido durante medio año para ayudar al equipo de sus amores en la fase decisiva. Reapareció al final, marcó un gol decisivo ante el Ayamonte, y justo en ese último encuentro liguero la desgracia se cebó con su pierna.

«No había motivos para pensar que fuera tan grave, no lo esperaba, pero las pruebas médicas no dejan lugar a dudas. Ahora solo me queda esperar a ver cuándo paso de nuevo por el quirófano», apunta el jugador con un nudo en la garganta. De momento, tendrá que apoyar a sus compañeros desde la grada, «y ojalá me puedan dedicar el ascenso, sería un gesto precioso y al menos me alegraría este mal trago».

Pues eso, a esperar. La llamada del médico y también la del presidente del San Fernando. Puli termina contrato el 30 de junio y sobre la mesa no hay ninguna oferta de renovación. Ayer estaba abatido. Pero hoy volverá a ser el de siempre. «Me armaré de valor y tiraré para adelante. Aseguré que no me retirarían las lesiones y lo sigo diciendo. Lo que pasa es que para jugar me hace falta un equipo. Ojalá siga en el San Fernando, el equipo al que tanto quiero, por el que di la cara y la rodilla. Pero no sé todavía nada».

«Mi pensamiento es seguir jugando. Aunque me tenga que operar, aunque tenga que empezar de cero otra vez».

Solo jugó tres partidos

Lo que más le duele es que piensa que todo el esfuerzo del último año ha resultado baldío. «He estado luchando seis meses para al final solo poder disfrutar en tres partidos», lamenta.

Nada más conocer los resultados médicos, se puso en contacto con su entrenador, Antonio Iriondo, que ha sido su apoyo en todo este tiempo. También recibió la llamada de su amigo Canito. Posiblemente pronto llegue la del presidente.

La ilusión de Puli es que sus compañeros logren el objetivo y regresen a la categoría de bronce tras el doble descenso de hace un par de temporadas. No pudo estar en Jerez de los Caballeros pero siguió el partido sufriendo por la radio. «Logramos un buen resultado y en el duelo de vuelta, con nuestra afición, debemos demostrar que somos superiores. Si algo nos ha caracterizado este año, es que el equipo en casa es fortísimo». Las sensaciones con respecto al grupo «son muy buenas», y espera que este domingo Bahía Sur presente una de las mejores entradas del año.