Ouattara investigará los crímenes
El presidente de Costa de Marfil apuesta en su investidura por la reconciliación tras la pugna con su antecesor, que costó 3.000 vidas
Actualizado:Alassane Ouattara fue investido ayer oficialmente como nuevo presidente de Costa de Marfil en una ceremonia celebrada en Yamoussoukro, la capital política de la república, en la que solicitó un minuto de silencio por las víctimas del conflicto sufrido por el país y prometió dilucidar responsabilidades por las numerosas violaciones de los derechos humanos cometidas en los últimos tiempos. Entre los asistentes se encontraban el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, artífices en buena medida de la victoria militar del nuevo mandatario sobre Laurent Gbagbo, su predecesor en el cargo.
La negativa de Gbagbo a aceptar su derrota en las elecciones de noviembre generó una crisis política y bélica saldada con cinco meses de enfrentamientos y al menos 3.000 muertos. La nueva autoridad recalcó ayer su compromiso con la reconciliación en un país dividido tras la contiendas entre los partidarios de ambos líderes y donde las diferencias étnicas y religiosas han adquirido una peligrosa dimensión. Las ONG de derechos humanos recalcan la necesidad de aplicar la justicia en los numerosos casos de violencia de los últimos meses. Solo en lo que va de mayo se han hallado diez fosas comunes en Abiyán, la capital comercial.
La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional ya ha solicitado una investigación de los crímenes cometidos tras los comicios de finales de 2010 y el propio Ouattara ha aceptado su jurisdicción, aunque Costa de Marfil no forma parte de la institución radicada en La Haya. Entre los atropellos cometidos por las fuerzas de Gbabgo se encuentran numerosas referencias a ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas, mientras que las huestes del actual presidente están acusadas de la masacre de Douékoué, con varios cientos de víctimas, y del presunto asesinato de Charles Blé Goudé, jefe de las milicias enemigas.
Laurent Gbagbo, su esposa Simone, Pascal Affi N'Guessan, jefe del partido opositor, y otros miembros del anterior Gobierno permanecen recluidos en una prisión en Bouna, al norte del país, tradicional bastión del presidente. Su captura el 11 de abril vino precedida por un intenso ataque aéreo de su residencia oficial por las fuerzas conjuntas de la Misión local de Naciones Unidas y los soldados galos de la Operación Unicornio. La intervención del Elíseo en la política nacional, gracias a la posesión de una base militar en Abiyán, ya había provocado un intenso sentimiento antifrancés entre los seguidores de Gbagbo.
Los intereses franceses
Además de propiciar la búsqueda de culpables, Ouattara ha de enfrentarse a la situación generada por dos guerras civiles y el bloqueo del régimen de su antecesor. Al ya presidente, un economista con experiencia ejecutiva en el Fondo Monetario Internacional, se le acusa de favorecer los intereses galos en la excolonia, clave en el ámbito de los recursos energéticos y las comunicaciones, y de relevancia geoestratégica.
Costa de Marfil es el principal exportador de cacao del mundo y el Estado más próspero del África Occidental hasta el comienzo de su inestabilidad.