Medvédev reconoce disputas con Putin sobre la nueva Rusia
El presidente se niega a desvelar ante más de 800 periodistas si se presentará a la reelección en 2012
MOSCÚ.Actualizado:La rueda de prensa ofrecida ayer por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, en la sede del futuro centro de altas tecnologías de Skólkovo, en las afueras de Moscú, había despertado una gran expectación. Los analistas esperaban un pronunciamiento sobre su posible candidatura a los comicios presidenciales de marzo de 2012.
Pero los asistentes a la multitudinaria convocatoria (más de 800 periodistas) nos encontramos con que el jefe del Kremlin mantiene la intriga sobre sus propósitos. «No es en una rueda de prensa en donde debe hacerse tal anuncio, ni tampoco el momento. Lo haré saber cuando sea oportuno y no queda mucho para ello», aseguró.
Medvédev, como algunos habían vaticinado, tampoco quiso marcar excesivas diferencias con su predecesor y mentor, el actual primer ministro, Vladímir Putin. Dijo que ambos «somos camaradas, pero eso no significa que no existan discrepancias». Matizó que sus diferencias son de carácter «táctico, no estratégico» y puso como ejemplo la modernización de Rusia, señalando que Putin cree que debe ser «paulatina» y él «rápida».
Se trata de la primera rueda de prensa en gran formato que organiza el Kremlin para Medvédev. La tradición fue introducida por Putin con maratonianas comparecencias que llegaron a durar cuatro horas. La de ayer se prolongó menos de dos y media. «No pretendo batir ningún récord», admitió el mandatario.
La prensa rusa había hablado en las últimas semanas de un conflicto soterrado entre el presidente y el jefe del Gobierno de naturaleza casi irreconciliable. Todo empezó cuando Medvédev mostró su desacuerdo con el término «cruzada», empleado por Putin para definir la intervención aliada en Libia. Después, en la víspera de un viaje a China a mediados de abril, el máximo dirigente aseguró que haría pública su decisión sobre las presidenciales de 2012 «en un futuro cercano».
Respuesta contundente
La respuesta de Putin y su entorno fue contundente. Desautorizaron a Medvédev advirtiendo de que «aún es pronto para pensar en las presidenciales». Además, la formación Rusia Unida, el principal partido del país, dejó claro que su líder es Putin y que se orientarían según su punto de vista. El primer ministro manifestó que él podría volver al Kremlin y anunció hace unos días la creación del llamado Frente Popular, una agrupación con la que espera arrasar en las legislativas de diciembre y cuya base seguirá siendo Rusia Unida. Medvédev reconoció ayer que, en caso de aspirar de nuevo a la jefatura del Estado, necesitará el apoyo de una fuerza política.
El presidente aprovechó para amenazar a Occidente con denunciar el tratado de reducción de armas nucleares Start-3, en el caso de que EE UU continúe adelante con su escudo antimisiles en Europa, y advirtió de que Rusia no apoyará contra Siria en la ONU una resolución como la de Libia. Además, puso a España, Portugal y Grecia como ejemplos de países «con problemas» por la crisis mundial, a diferencia de Rusia.