PSOE y PP miran con recelo a un movimiento que no controlan
MADRID.Actualizado:Las protestas del bautizado como Movimiento 15-M han reventado el tramo final de la campaña y han descolocado a los políticos. Los dos grandes partidos tratan de aparentar calma, pero miran con temor una protesta social que, a solo cuatro días de que se abran las urnas, inunda las calles y monopoliza los medios de comunicación y el tráfico de las redes sociales. No solo no controlan el movimiento sino que son los principales destinatarios de su indignación. Los portavoces de los concentrados acusan a PSOE y PP de haber transformado la democracia en una partidocracia al servicio de los poderes económicos y llaman con tozudez a mantener la presión de las acampadas hasta las elecciones y a que los ciudadanos boicoteen las papeletas de socialistas y populares. Las protestas y sus repercusiones acapararon los mítines y las declaraciones de todos los partidos. Las estrategias electorales programadas han acabado en la papelera y los partidos han sido incapaces de colocar su mensaje en los medios.