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Un roble irlandés para un nuevo entendimiento

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Por primera vez en cien años, un monarca británico escuchó ayer en Irlanda el 'Dios salve a la reina', el himno nacional de Reino Unido, interpretado para dar la bienvenida a Isabel II de Inglaterra. Así fueron recibidos la reina y su esposo, el duque de Edimburgo, en la capital irlandesa por la presidenta de la república, Mary McAleese, y su marido, Martin McAleese, en la residencia oficial de Áras an Uachtaráin, en el Phoenix Park.

Isabel II y Mary McAleese plantaron un árbol, un roble irlandés que simboliza el comienzo de una nueva era de entendimiento entre ambos países, en el marco de una situación normalizada gracias al éxito del proceso de paz en Irlanda del Norte. La reina visitó también en el centro de Dublín el Jardín del Recuerdo, para depositar flores en el monumento que honra a los irlandeses caídos por la causa de la libertad nacional.