«¡Qué me gusta un sobrecito lleno de billetitos!»

La octava sesión ha transcurrido con nuevas escuchas al teléfono de Carlos Carretero. En una de las conversaciones se ha podido escuchar a María José Campanario, esposa de Jesulín de Ubrique, cuando el cabecilla de la trama le informa de que "en teoría" su madre tiene una prueba en Cádiz, pero van a "arreglarlo para que no tenga ni que ir" desde Castellón. Además, le insistía para que la madre no saliera de su casa en todo el día. Esta llamada podría probar que Campanario estaba al tanto de las irregularidades en la obtención de pensiones, aunque no queda claro que supiera que Isabel Gil, madre de Elisa Calvente, iba a sustituir a Remedios Torres en la prueba. De hecho, este extremo no aparece y Campanario se ofrece para que su madre "coja un avión" esa misma tarde.

La mayoría de las escuchas competen, precisamente a Casto, y evidencian que estaba al tanto de toda la trama. A diferencia de los pinchazos a bandas organizadas de narcos, en las que los implicados suelen hablar en clave, las conversaciones entre Casto y Carretero son claras y meridianas sobre sus negocios. En algunas, incluso, se jactan de recibir sobornos. Por ejemplo, en una entre Carlos y Elisa, el primero se pone a cantar feliz: "¡Qué me gusta un sobrecito, y me como los billetitos, y si recibo dos, me pongo colocaditoooo!".

Campanario y Remedios Torres tampoco han acudido hoy a la sala de vista, con permiso del tribunal. Sí ha estado José García Gutierrez -el hombre de paja de Carretero- y Casto Pérez Lara, el inspector médico acusado de ser también cabecilla de la trama.

Otra de las conversaciones escuchadas son las referentes a la negativa de Campanario a darle dinero a Carretero para hacer frente a los seguros sociales por haber dado de alta a su madre en una empresa para poder cobrar una pensión.

En esa conversación, Carretero le explica a su novia, Elisa Calvente, que ha tenido una cita en el Hotel Jerez y que Campanario se había negado a pagarle 5.000 euros por el coste de los seguros sociales. Carretero cuenta que le ha dicho a María José Campanario que su madre "no ha trabajado en su puta vida y no le corresponde nada" y que la mujer del torero le dijo que a su suegra, la madre de Jesulín de Ubrique, le había "pedido menos", a lo que Carretero le recordó que "la mujer de Humberto Janeiro tiene 30 años cotizados y tiene derecho a una paga, lo único que hemos hecho es adelantarla".

Hay que recordar que Campanario sostuvo durante su declaración que no fue avisada de esta situación y que se negó a pagarlo, ya que defendió que tenía entendido que a la madre le iban a revisar su invalidez no a intentar conseguir una pensión por incapacidad laboral.