Un edificio se desploma en Lorca cuando iba a ser derribado
Los técnicos aumentan las precauciones al comprobar el estado de fragilidad en que están las edificaciones tras el terremoto
LORCA. Actualizado: GuardarEl desplome de un edificio ayer nada más comenzar las labores de demolición puso de relieve el estado de extrema fragilidad en que se encuentran los inmuebles más afectados por el terremoto que hace una semana asoló Lorca. Como primera medida, los técnicos en demoliciones aumentaron las medidas de seguridad, tras comprobar que algunos de los edificios están en peores condiciones de las que inicialmente parecía.
Las cuatro familias que habitaban el edificio Grial, en el barrio de La Viña, se concentraron a primeras horas de la mañana en el parque próximo para presenciar cómo el inmueble iba a ser derruido de forma controlada. El derribo iba a ser controlado para aglutinar los escombros de cada una de las viviendas con el fin de que las familias pudieran rescatar los enseres menos dañados. Y de pronto, en un instante, el estruendo y una inmensa nube de polvo naranja que cubrió todo. Los cámaras de televisión corrían para ponerse a cubierto al igual que los operarios de la empresa Aytsa que estaban realizando los trabajos.
El edificio se había venido abajo, sus pilares no aguantaron las mordeduras de la excavadora. «Ha sido un susto terrible. Cuando la máquina le ha dado el bocado el edificio se ha hundido. Durante los últimos días vi cómo han intentado apuntalar el edificio, pero los técnicos se estaban jugando la vida», explicaba Martín Díaz, vecino de uno de los inmuebles contiguos.
Cuando la nube de polvo se disipó, se pudo comprobar que afortunadamente no se habían producido heridos, porque la zona se encontraba acordonada desde hace varios días.
Ahora los técnicos estudiarán el estado de los inmuebles colindantes para ver cómo se procede con ellos. Uno de esos edificios estaba ya bastante perjudicado por los terremotos, de hecho, está catalogado con una cruz negra desde el primer día y sus inquilinos están desalojados.
Los restos del edificio que se desplomó cayeron sobre la parroquia de Cristo Rey. Según los técnicos, «lo más probable es que haya que demoler la iglesia, pero eso tendrán que determinarlo los especialistas de Urbanismo». El párroco, Juan José Sánchez, expresó su «mucha impotencia y tristeza porque hemos perdido nuestra iglesia, nuestro lugar de culto y de otras actividades que realizábamos con los niños y los adultos del barrio».