«Buñuel no habría tocado la homosexualidad»
Monique Roumette, una estudiante francesa, presenció el rodaje de 'Viridiana', que hace cinco décadas ganó la Palma de Oro en Cannes
MADRIDActualizado:'Nazarín' tuvo la culpa. La primera colaboración cinematográfica entre Luis Buñuel y Paco Rabal permitió al director turolense volver a España. La película sobre las desventuras de un sacerdote en el México de Porfirio Díaz y sus dudas existenciales, gustó a la jerarquía católica española. En un momento en que el régimen franquista levantó la mano para que regresaran miles de exiliados, no puso pegas para que Buñuel rodara su primera película española tras la guerra civil. El resultado fue 'Viridiana', un film que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes un 18 de mayo de 1961 y está considerada una de las obras maestras del cine mundial. En España, sin embargo, tardó 16 años en ver la luz.
En el palacete madrileño y los estudios de la CEA donde Buñuel rodó la película, el realizador de Calanda tuvo una invitada especial. Una estudiante francesa, comunista y anticolonialista llamada Monique Roumette. Su aparición por el set de rodaje fue casual. Ella estaba en Madrid, con una beca, junto a otras estudiantes francesas. "Éramos cinco chicas en el Liceo. Íbamos juntas para defendernos, porque España era muy machista con las extranjeras. Creían que éramos muy facilonas", recuerda ahora con 71 años. Este grupo se relacionaba con otros dos chicos, que paseando por El Retiro se encontraron con un joven español que leía una revista de cine. Era Víctor Erice.
Este primer contacto con el cine acabó de forma rocambolesca en una relación con la Unión Industrial Cinematográfica (Uninci), una productora creada por Juan Antonio Bardem y Paco Rabal, entre otros, para hace un cine alejado de las clásicas historias que fomentaba el régimen. "Eran chicos muy cultos, que querían transformar España y hacer un cine correcto que hablara de la realidad española. Era emocionante ver esto", indica. De esta manera llegó hasta el rodaje de 'Viridiana', la última producción de Uninci debido al enfado del régimen con la película. Roumette recuerda a la perfección su primer contacto con Buñuel. "Daba la impresión de una fuerza interior total. Todo el mundo lo llamaba don Luis. Infundía respeto, con esa cara como la de Miguel Hernández. Pero a la vez era muy educado. No hay que olvidar que pasó por los jesuitas y la Residencia de Estudiantes. Tenía respeto porque respetaba", explica la francesa. Pero lo que más le sorprendió es el respeto por los seres humanos y los animales.
Engaño
A pesar de estar en la creación de la película, Monique no pudo trabajar en ella. "Solo traducía cosas. Fue una tristeza para mí, pero tampoco podía quitarle el puesto de trabajo a alguien". Se dedicó a escribir un informe de 40 páginas, que todavía conserva, en que explicaba el funcionamiento de la productora e introdujo píldoras sobre 'Viridiana'. La joven estudiante, que después se convirtió en profesora universitaria especializad en cine latinoamericano, tenía claro que 'Viridiana' no iba a ser una película tranquila para el régimen, a pesar de que los censores apenas tocaron el guion. Solo el final. "Buñuel filma las escenas de voyeurismo y de travestismo de una manera excepcional, sin tabúes, pero de forma muy elegante", recuerda Monique, que protagoniza el cortometraje 'Regreso a Viridiana' dirigido por Pedro González Bermúdez para el canal TCM Clásico. "Cuando yo vi 'Las Hurdes', 'El perro andaluz', 'La edad de oro' o 'Los olvidados', sabía que 'Viridiana' no iba a ser tranquila. Sabíamos que hay cosas que no se ponen en el guion que se hacen", comenta.
El regreso de Buñuel a España iba a ser polémico. A pesar del crucifijo-navaja comprado en Albacete (y que Buñuel aseguró durante años que había visto a una monja zaragozana) y de la famosa escena de la última cena, el Ministerio de Información y Turismo dio su visto bueno. La cinta se sonorizó cuatro días antes de ser enviada a Francia para el Festival de Cannes, donde se proyectaría el último día de concurso. Era 17 de mayo. El jurado ya tenía decidido cuál era la ganadora, pero 'Viridiana' lo trastocó todo. La Palma de Oro iba a tener dos dueños. Se entregó ex aequo con 'Una larga ausencia' de Henri Colpi. El director general de Cinematografía, José María Muñoz Fontán, recogió el premio ante la ausencia de Buñuel. La prensa española se congratuló del premio. Hasta el 21 de mayo. Un artículo en 'L'Observatore romano, periódico oficial del Vaticano, calificó la película de blasfema y pide su retirada inmediata.
Franco reaccionó. Muñoz Fontán fue sustituido por Jesús Suevos, que retiró el permiso de rodaje de la película y no la reconoció como española. Ante el temor de que la película se destruyera, el torero Domingo Dominguín sacó una copia de España en un esportón cuando iba a unas corridas en Francia temiendo que fuera destruida; además, Gustavo Alatrsite, el productor mexicano, tenía otra copia y la estrenó por todo el mundo. Monique no recuerda dónde vio por primera vez 'Viridiana', una película que le ha marcado profundamente. "Buñuel era un genio. Su cine no acabará nunca. Otra cosa es que se acabe el mundo", confiesa. Y coloca como digno sucesor del genio turolense a Pedro Almodóvar: "Es como su hijo bastardo, aunque Buñuel jamás se hubiera atrevido con la homosexualidad, por ejemplo. Era España, representante de la tradición picaresca y el esperpento".