España mira de reojo las resoluciones de sus socios

El Gobierno considera que España ya ha marcado suficiente distancia respecto a los países periféricos europeos que están siendo objeto de rescate. Pero las circunstancias en las que se desarrolla en este arranque de semana la reunión del Eurogrupo -con el sobresalto de la delicada situación del director gerente del Fondo Monetario Internacional, una personalidad muy destacada en los programas de salvamento de los países en dificultades-, junto a las continuadas advertencias de instituciones que demandan más rapidez y profundidad en las reformas en curso, no le permiten bajar la guardia.

Los mercados siguen tomando la temperatura a España y las nuevas mediciones se conocerán de inmediato. El Tesoro prevé colocar hasta 9.500 millones de euros en las dos subastas previstas para esta semana. Hoy la puja se llevará a cabo con una emisión de letras a 12 y 18 meses, en las que se propone adjudicar entre 4.500 y 5.500 millones de euros. El calendario sitúa en el jueves la subasta de obligaciones a diez y treinta años, con un objetivo máximo de 4.000 millones de euros. La prima de riesgo -diferencia entre la retribución de las obligaciones españolas a diez años con respecto al bono alemán del mismo plazo- era ayer de 216 puntos básicos, por la incertidumbre sobre el resultado de los planes de rescate de Grecia, que no podrá cumplir los requerimientos iniciales que acompañaron al préstamo de 110.000 millones de euros.

Mientras los inversores se definen, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero insiste -en plena campaña electoral, y cuando se cumple un año del anuncio de los drásticos ajustes que sacrificaron los ingresos de los funcionarios y la renta de los pensionistas- en que España no tiene necesidad de tomar medidas adicionales para cumplir los objetivos de reducción del déficit. La vicepresidenta económica Elena Salgado declaró al diario francés 'Le Figaro' que estos propósitos «no son discutibles» y serán respetados «bajo cualquier circunstancia».