TIEMPOS REVUELTOSLA FERIA HA MUERTO ¡VIVA LA FERIA!
Este año se añaden nuevos elementos sobre los que discutir para mejorar nuestra fiesta La Junta ha ofrecido a sus empleados de Justicia trabajar horas extra por la tarde; quizá debería haberlo hecho con parados
Actualizado:F eria rarita la de este 2011. Todos participamos todos los años en el consabido y recurrente debate sobre si hay más o menos gente, sobre el día y la noche, el albero, el alumbrado los precios, la música, el horario de cierre.Hay muchas cosas que analizar y esta año se añaden nuevos elementos sobre los que discutir para mejorar nuestra fiesta más internacional y querida. El jueves de Feria participé en una tertulia de Radio Jerez en la que coincidí con mi admirado Pepe Arcas y con el ex alcalde de Jerez y candidato del Foro Ciudadano, Pedro Pacheco. Ambos dejaron sobre la mesa un par de asuntos que todavía estoy masticando, como con el albero en los días de viento. Pacheco, padre intelectual del modelo de Feria del Caballo que tenemos en la actualidad y alcalde cuando se alargó la duración de la misma, asegura que dadas las circunstancias económicas habría que recortar la Feria y trasladar de nuevo la inauguración a la jornada del martes por la noche. Su propuesta me descolocó un poco, pero creo no es una buena idea. Los defensores de acortar la Feria hablan de que los primeros días el Real está mu desangelado y de que las economías familiares no aguantan una semana de Feria. Es cierto. Pero no de ahora, sino de toda la vida. Por eso el común de los mortales en esta ciudad va a la feria en días sueltos, no toda la semana, a no ser que sea por motivos de trabajo. Si estuviésemos hablando de un acontecimiento poco rentable para los caseteros, ¿no creen que se hubieran dado de baja ya un buen puñado de casetas en estos últimos años? ¿Saben cuántas casetas se han borrado entre 2010 y esta edición que hoy termina? Yo se lo digo: cero. Y de la lista de espera, ni les cuento. Es decir, la rentabilidad, la creación de riqueza y el negocio están asegurados. Por muy poca gente que nos parezca ver en la Feria, siempre hay la suficiente a lo largo de la semana para que la inmensa mayoría de los caseteros salga contento. Es verdad, al menos esa sensación me ha dado a mí, que este año se ha visto menos movimiento a la hora de la comida. Me ha parecido observar que el grueso de los visitantes llegaba después de comer en sus casas, y que entre las cinco de la tarde y las diez de la noche es cuando más ambiente hemos disfrutado en el Real. Por tanto, voto en contra de acortar la feria. Tenemos la mejor del mundo y la duración tiene que ir acorde con la categoría. En todo caso, si hubiese que reducir el ciclo, lo haría sin duda por el final y no por el comienzo. Es decir, que la Feria llegue hasta el sábado, nos quitamos de en medio el último día, terminamos con un día grande, por todo lo alto, y de camino acabamos con la imagen penosa un domingo por la tarde con cuatro gatos por el Real y las casetas desmontando. Por otro lado, Pepe Arcas dijo en la tertulia de la SER que la Feria de Jerez ha perdido su grandeza, su señorío y su categoría. Él hacía referencia, incluso, a la forma de vestir de la gente, algo que no veo especialmente relevante porque siempre habrá personal muy elegante y zarrapastrosos. Pero sí es cierto que en el paseo de caballos se cuelan últimamente algunos jamelgos y borricos que antes no habrían entrado ni aunque fuera montado en ellos el Rey de España. Y sí es cierto también que en determinadas zonas del Real el botellón, las peleas y la cutrez campan a sus anchas. Cuidando un poco más estos dos últimos aspectos y cambiando el alumbrado nuevo, que definitivamente, no me termina de convencer, tengo la impresión de que mantendremos en todo lo alto la fama bien merecida de la Feria de Jerez. De lo contrario, corremos el riesgo de que se nos convierta en una verbena de pueblo con pretensiones. Por cierto, en la Feria me tropecé con Salvador Mera, secretario provincial de la UGT, al que felicito por haber pedido disculpas después del aluvión de críticas que ha recibido tras llamar golfo a Juan Pablo II. Rectificar es de sabios. Y lo dicho, tenemos un año por delante para corregir algunos detalles y volver a conseguir una vez más que la Feria de Jerez mantenga su estatus como la mejor del mundo. Hoy es domingo de resaca, la Feria ha muerto ¡Viva la Feria!