Zapatero, junto al presidente balear, Francesc Antich, saluda ayer a los asistentes al mitin del PSOE en Palma de Mallorca. :: MONSTSERRAT DIEZ / EFE
Ciudadanos

Zapatero advierte al PP de que los socialistas ya han iniciado «la remontada»

El presidente asegura que el PSOE va en ascenso porque «la gente no vota a los que se nota que se alegran cuando sube el paro»

PALMA DE MALLORCA. Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero advirtió ayer en Palma de Mallorca a Mariano Rajoy que no celebre todavía la victoria en las elecciones del 22 de mayo porque el PSOE ha comenzado ya «la remontada». «Atención a lo que os digo -comentó ante los 3.000 simpatizantes que casi llenaban el pabellón de Inca-, se creen que van a ganar en todos los sitios, pero a partir de mañana (por el sábado) van a ponerse nerviosos porque vamos a ir remontando día a día hasta el 22».

Las palabras del líder de los socialistas responden al moderado optimismo de su equipo de campaña, que ha detectado que en la primera semana de mítines han comenzado a recuperar a parte del votante desencantado. El PSOE cree que si hoy, cuando arranca la última semana de la campaña, logran llenar la plaza de toros de Valencia darán el golpe de efecto para atraer a sus antiguos votantes.

La razón esgrimida por el presidente del Gobierno para justificar su optimismo es que, aunque todo el mundo conoce que «hay mucho paro y muchos problemas», también cree que saben que a los socialistas «nos duele, lo sentimos y hacemos todo lo que podemos para solucionarlo». Sin embargo, en su opinión, «la gente no va a votar a los que se les nota que se alegran por las altas cifras de paro». «¡Se les ve tan contentos cuando aparece algún dato malo de paro!», clamó. «Les pido a Mariano Rajoy y al PP, por favor, que disimulen un poco, porque ya que no ayudan por lo menos que estén callados sobre los problemas de la economía», añadió.

El jefe del Ejecutivo cree que el problema del PP es que ha llegado «sobrado» a la campaña hasta el punto de que «celebran la victoria en cada mitin y todavía no se ha votado». En este punto hizo un paréntesis y se permitió una maldad: «A Rajoy le entiendo, que celebre los mítines porque nunca puede celebrar las victorias, porque siempre ha perdido».

Con los parados

El líder socialista reclamó la movilización de sus simpatizantes en la semana que queda. Les pidió que le digan a todos, sus amistades, su familia, sus vecinos o compañeros de trabajo que el PSOE «está con los parados» y que sepan que «nadie como nosotros mantiene la cohesión social y las políticas sociales».

Su discurso se centró un día más en el gran mensaje de campaña: «Está en juego el estado de bienestar, pero aquí nos tienen, combatientes y firmes para que nadie lo toque». Zapatero repitió en varias ocasiones que este anunció no es una lema sino que «es verdad». Su reflexión es que si los gobiernos del PP, de los que Rajoy era pieza relevante, en tiempos de bonanza económica no mejoraron el salario mínimo ni las pensiones mínimas y congelaron las becas, ahora, con una economía débil, «harán serios recortes en el estado social».

El líder socialista volvió a rechazar la acusación popular de que preside el Gobierno que ha hecho el mayor recorte social de la democracia y, por el contrario, aseguró que tienen «la mejor hoja de servicios en política social, incomparable con la de cualquier otra fuerza política». Y, para demostrarlo, repasó toda su política de ampliación de derechos sociales, subida de pensiones y becas e inversiones durante diez minutos.

De pasada, tocó otros dos temas ajenos a la política social. Sobre inmigración denunció los discursos «xenófobos» de la derecha y dijo que un país de emigrantes, como España, «está llamado a respetar a todos los ciudadanos vengan de donde vengan y tengan el color que tengan». A la demanda planteada minutos antes por el presidente balear, Francesc Antich, para que su Ejecutivo adelante a las comunidades el dinero el fondo de competitividad de 2011, respondió que, «por supuesto, que vamos a sentarnos, vamos a hablar, y seguro que llegamos a un acuerdo».

Zapatero acabó igual que comenzó. Concluyó el mitin, ya entre aplausos, con una frase entre vaticinio y arenga a sus huestes: «Hoy (por ayer) es viernes, quedan siete días y cada día el PP más nervioso y los socialistas más fuertes».