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Woody Allen posa junto a Lea Seydoux (izquierda) y Rachel McAdams (derecha), ayer, en Cannes. :: VINCENT KESSLER / REUTERS
Sociedad

Humor y elegancia en el arranque de Cannes

La película, que llega mañana a las pantallas españolas, fue despedida por el público del festival entre grandes aplausos 'Midnight in Paris' es una comedia romántica con el sello inconfundible del mejor Woody Allen

BOQUERINI ENVIADO ESPECIAL
CANNES.Actualizado:

No hay nada mejor que salir del cine con una sonrisa de oreja a oreja y satisfecho por lo que se acaba de ver. Esta es la sensación que procura 'Midnight in Paris', la película de Woody Allen que inauguró ayer, entre grandes aplausos, la 64ª edición del Festival de Cine Cannes. La película llegará a las pantallas españolas mañana mismo. Con un más que interesante y abultado reparto -Owen Wilson, Rachel McAdams, Marion Cotillard, Michael Sheen y Carla Bruni Sarkozy, primera dama de Francia en el papel de una guía del museo Rodin-, la verdadera y gran protagonista del filme es la capital francesa. Estamos ante una historia de amor y magia. Amor por la ciudad luz, por los grandes intelectuales de la 'belle epoque' que desfilaron por París, y por seguir siempre los dictados del corazón. Y magia porque 'Midnight in Paris' es una historia de saltos en el tiempo, sin que en ningún momento lo parezca. La historia de un hombre atrapado por la magia, para ser más exactos.

La trama sigue a Gil e Inez, una pareja de enamorados norteamericana que, antes de casarse, deciden visitar París en compañía de los padres de ella. Allí conocen a otra pareja amiga de la chica que les invitará a compartir una visita turística por la ciudad. Pero Gil no terminará de encontrarse a gusto con ellos. Una noche decide pasear sin compañía por las solitarias y románticas callejuelas parisinas. A las doce en punto de la noche, como si de Cenicienta se tratase, se verá transportado mágicamente al París de la 'belle epoque'.

Salta a los años 20 del pasado siglo y se ve sumido en un mundo fantástico de bohemia, música, cultura y amor, donde conoce a una bellísima mujer, la musa, y se codeará con artistas e intelectuales de la época, como Ernest Hemingway, Pablo Picasso, Luis Buñuel, Man Ray, Salvador Dalí (interpretado por Adrien Brody), Francis Scott Fitzgerald o el torero Juan Belmonte.

Con unas interpretaciones en estado de gracia -Owen Wilson, magnífico; Rachel McAdams y Marion Cotillard, bellísimas y mágicas; Carla Bruni estupenda con un personaje menor-, la película lleva el sello inconfundible del mejor Woody Allen.

Aunque el planteamiento no resulte demasiado original -recordemos que Allen introduce elementos mágicos en casi todas sus películas-, el resultado no defrauda. Alterna diálogos chispeantes, situaciones sorprendentes, elegancia y humor. Al igual que antes hizo con Manhattan o Barcelona, opta por mostrar únicamente el lado más hermoso y más turístico de París. «No me interesa la realidad. Enseño París a través de mis ojos, es una visión subjetiva, no realista», se justifica.

Bruni, «perfecta»

El cineasta se mostró cauto sobre la inclusión de Carla Bruni, el mismo día en que la primera dama volvía a la primera línea por su posible embarazo. «El presidente Sarkozy y su esposa me invitaron un día a almorzar. Vi a una Carla Bruni hermosísima y llena de carisma. Conoce el 'show bussines', el teatro. enseguida le pregunté si querría hacer un pequeño papel en mi película. Ha sido perfecta. Para mí ha sido una hermosa experiencia y creo que para ella también», se limitó a a decir.

También se mostró Allen muy satisfecho por vivir en el siglo XXI. «No cambiaría esta época por otra. Ahora tenemos medicamentos, aire acondicionado. No me gustaría regresar a ningún tiempo pasado, aunque reconozco que los personajes que aparecen son los mitos culturales con los que crecí. Aunque seductora, la nostalgia es en realidad una trampa», aseguró el veterano cineasta.

En la gala de apertura, otro veterano director, el italiano Bernardo Bertolucci, recibió una Palma de Honor de manos de Robert De Niro, presidente del jurado de esta 64ª edición del festival. Bertolucci, que lleva varios años apartado del cine por problemas de salud, se dispone a rodar una nueva película este verano.