PPD, apoyo externo pero influencia decisiva
Actualizado:El Partido Popular Danés (PPD) integra formalmente la oposición, pero lleva más de una década ejerciendo una enorme influencia sobre el Gobierno de Copenhague. Producto de esta supervisión son las restrictivas leyes de inmigración del país, que prohíben el matrimonio con extranjeros menores de 24 años. Para conseguir un permiso de residencia se exige una «participación activa en la sociedad danesa» al menos de un año. El PPD es la formación que defiende las restricciones con más entusiasmo, aunque es cierto que la legislación de extranjería proviene de un consenso más o menos tácito de toda la clase política.
La historia de Dinamarca de los últimos diez años es la de la evolución del Partido Popular desde un 12% de apoyo en las legislativas de 2001 y críticas abiertas hacia sus posturas más populistas hasta un papel cada vez mayor como decisivo apoyo externo a la coalición gobernante de conservadores y liberales, ambos de centroderecha. El PPD se va haciendo cada vez más fuerte -hasta un 14% de los votos- porque, en caso de revés, es el Ejecutivo el que sufre el desgaste. Los analistas políticos del país, incluso los más críticos con el grupo de Pia Kjaersgaard, le reconocen que dirige a los populares daneses con profesionalidad y la ayuda de eficaces consultores de comunicación. Que tampoco libran a su jefa de traspiés como el que supuso que Abba le prohibiera usar en los mítines su 'Mamma Mia'.
El PPD se presenta como antiislamista y contrario a la inmigración, y solo exhibe algo de flexibilidad en cuestiones sociales que afectan a los nacidos en Dinamarca.