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Antonio Fernández pasó ayer por la Feria de Jerez. :: JAVIER FERNÁDEZ
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El presidente del Supremo insta a la Junta a que recurra

Dívar elude pronunciarse sobre el asunto mientras que Griñán asegura que confía «totalmente» en el exdiputado

AGENCIAS
CÁDIZ.Actualizado:

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, aseguró ayer que confía «totalmente» en el exconsejero de Empleo Antonio Fernández. El máximo responsable de la Junta no quiso pronunciarse sobre la última decisión de la jueza Alaya aunque reiteró su apoyo al exdiputado. Ante la insistencia de los periodistas, Griñán se limitó a decir que «lo que está en términos judiciales se contesta en términos jurídicos y no políticos».

Las órdenes de la magistrada han generado controversia en la Junta. El pasado martes ordenó que se investigara el patrimonio de los imputados, así como otras ayudas sociolaborales a 24 empresas.

Hasta ahora nadie se atreve a cuestionar públicamente esta manera de proceder y de hecho, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, se refirió ayer al conflicto de jurisdicción planteado por la Junta después de que la jueza le solicitara las actas de los Consejos de Gobierno, y eludió pronunciarse sobre el particular, señalando únicamente que «si hay alguna cosa que corregir, que se corrija, y si tiene algo que decir que no esté conforme -en referencia a la Junta-, pues que apele».

A preguntas de los medios de comunicación tras reunirse con los operadores judiciales de Sevilla, Carlos Dívar recordó que la jueza Mercedes Alaya «es competente», por lo que «no puedo pronunciarme sobre un asunto que no conozco con la extensión y profundidad que lo está conociendo ella». Y negó que entre la magistrada y la Administración andaluza exista un conflicto judicial.

El exconsejero de Empleo, Antonio Fernández, que estuvo ayer en la Feria de Jerez, se desahogó: «Pueden investigar lo que quieran, mis propiedades, mis cuentas, las de mis hijos, las de toda mi familia; no me preocupa en absoluto. Estoy muy tranquilo -admitió-, eso sí, también estoy cabreado».

El socialista insistió en que todavía no sabe de lo le acusan. «No lo entiendo. Lo único que tengo es una notificación de que me llamarán a declarar, pero aún no lo han hecho. Podrían haberme llamado o haberme preguntado antes de hacer lo que están haciendo... así que formalmente tampoco estoy ni tan siquiera imputado», aseguró. Y para concluir, añadió: «dicen que hay que confiar en la Justicia. No me queda más remedio que hacerlo, pero supongo que ya diré lo que pienso dentro de un tiempo».