Butrón pide al alcaldable socialista disculpas por lo ocurrido. :: LA VOZ
Ciudadanos

La campaña se ensucia

Unidos por Chiclana lleva ante la Guardia Civil el ataque a uno de sus coches mientras Román repartía propaganda en la zona

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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No ha pasado ni una semana y el cruce de denuncias ya han llegado al cuartelillo. Ayer, la formación Unidos por Chiclana, que encabezan José Pedro Butrón y Manuel Guerrero, presentó una denuncia formal ante la Guardia Civil por el presunto ataque con piedras a uno de sus vehículos.

Según el relato de esta formación en la oficina de denuncias, todo ocurrió en la barriada de La Carabina, mientras el alcaldable socialista, José María Román, se encontraba repartiendo propaganda electoral puerta a puerta en esa zona.

Al parecer, Román «señaló el coche de Unidos por Chiclana, e hizo aspavientos dirigidos hacia el mismo en presencia de un grupo de personas que le rodeaba».

De inmediato comenzó el supuesto lanzamiento de piedras contra el vehículo de megafonía de UPCHI, que provocó daños de diferente consideración en el vehículo.

Esta denuncia estuvo acompañada ayer de un comunicado remitido a los medios por Butrón, en el que exige «una condena explícita de estos hechos» a Román. Butrón recuerda al alcaldable del PSOE que «Chiclana no es su cortijo particular», y asegura «saber que Román está nervioso por perder el poder tras las próximas elecciones». Desde el Partido Socialista no se han realizado valoraciones sobre lo ocurrido.

Multa

Por su parte, en otro de los partidos minoritarios que concurrirán a la cita con las urnas del próximo 22 de mayo, el Partido Vecinal Regionalista, están que trinan, después de conocer la sanción de 3.000 euros que deberán abonar por haber pegado cartelería en señales de tráfico y farolas del municipio. Desde el PVRE se ha remitido toda una ristra de fotografías que a su juicio atestiguan que otras formaciones políticas también lo han hecho, sin que hayan sido sancionadas.

Este nuevo episodio de la campaña electoral chiclanera no hace sino mostrar el incremento del nivel de confrontación que se vive en la ciudad, a medida que avanzan los días y se acercan las elecciones.

Prueba de ello es la aparición ayer del candidato del PP, Ernesto Marín, para pedir que el supuesto pago de la factura del congreso del PSA por parte de los socialistas chiclaneros tenga repercusiones en forma de dimisiones en diferentes formaciones políticas. Todos los partidos, salvo UPyD y AUNA, han entrado a la gresca. Los anuncios de medidas sociales de unos son contrarrestados por los de los otros, que acusan a los primeros de «robar ideas». Con este panorama, y a falta de apenas nueve días para los comicios, la campaña electoral chiclanera se enturbia. Los ciudadanos se preguntan a quién beneficia este intercambio de golpes.