Heliópolis espera vivir hoy una fiesta con el regreso del Betis a Primera División

El Real Betis Balompié pretende subir ya a Primera ante el CD Tenerife, un rival que llega a la capital andaluza con la soga al cuello pero convencido de que hay esperanza mientras las matemáticas no digan lo contrario.

La plantilla y técnicos del equipo que dirige el que fue goleador bético, Pepe Mel, se aferran a las posibilidades de ascenso, que pasan ineludiblemente por vencer al cuadro tinerfeño y, de paso, por un tropiezo del Celta en Salamanca que puede confirmar el ascenso de los sevillanos.

La buena racha del Betis , con seis jornadas consecutivas como invicto, dos empates y cuatro victorias, y el corto bagaje de los insulares, un empate (en Tarragona) en las últimas siete salidas, son los argumentos de los andaluces para pensar en un triunfo que les dejaría prácticamente en Primera División.

Pepe Mel tiene importantes bajas como las del camerunés Achille Emaná, el portugués Miguel Lópes, y el malagueño Nacho, todos ellos titulares habituales.

Para suplir las bajas de los laterales Lopes y Nacho, como la ya consabida de Fernando Vega, Pepe Mel tiene la opción de alinear al canterano Manu Palancar, que ya ha jugado algunos minutos con el primer equipo, o bien retrasar a un extremo como Juanma, que ya lo hizo en esa demarcación en Córdoba.

El Club Deportivo Tenerife a su vez viaja a Sevilla con el único objetivo sumar los tres puntos, no sólo para aguar la fiesta del ascenso del conjunto bético, sino para aferrarse a la matemáticas y así continuar su agonía en esta recta final de campaña. Así lo reconoció el técnico tinerfeño, David Amaral, quien afirmó que «mientras las matemáticas estén ahí, en el fútbol nadie te garantiza nada».