Rajoy hace un paréntesis electoral para negar que España necesite ser rescatada
El líder del PP sí enfatiza que la situación sería distinta si Zapatero hubiese convocado elecciones generales hace un año
VIGO Actualizado: GuardarEs la primera vez, en estos cinco días de campaña, que Mariano Rajoy concluye un discurso sin ser jaleado ni ovacionado por los asistentes al acto. La frialdad con la que han acogido en Vigo las palabras del líder del PP se ha debido a varios factores. El propio Rajoy, que en contra de la norma ha abierto en vez de cerrar una comida-mitin ante más de 600 personas (la mayoría de ellos empresarios y comerciantes vigueses), ha reconocido que tal vez no había sido "muy apasionante" el resumen macroeconómico que había realizado, pero ha insistido que la crisis es el asunto que más preocupa a los ciudadanos.
En una semana en la que los mercados internacionales vuelven a sembrar dudas sobre la economía española, el líder de la oposición ha hecho una especie de paréntesis electoral para alinearse con el Gobierno socialista y calificar de "infundados" los rumores sobre una posible intervención de la Unión Europea. "España no va a necesitar ningún rescate", aunque ha destacado que estos comentarios, pese a no tener base, sí "dificultan y encarecen la financiación". Y esta circunstancia "entristece" a Rajoy que opina que España debería estar en el mismo paquete que países como Alemania, Francia y Holanda que no están pendientes de las especulaciones de los mercados.
Un análisis que ha enlazado con un lamento. La situación de España sería hoy "bien distinta" si hace un año, José Luis Rodríguez Zapatero hubiera atendido su petición de adelantar las elecciones generales. La falta de confianza que, en su opinión, genera el actual Ejecutivo socialista tanto dentro como fuera de nuestras fronteras es el principal motivo de que España no remonte la crisis. "Hemos perdido un año y corremos el riesgo de languidecer y no crecer ni crear empleo en mucho tiempo", ha declamado.
Feijoo, como ejemplo
Una de las claves, según Rajoy, ha insistido en la necesidad de que un nuevo Gobierno elabore un plan económico "bueno y conocido por todos". Con ello, ha abundado Rajoy, se podría "finiquitar la etapa de los bandazos y las improvisaciones", en alusión a los sucesivos paquetes de medidas-anticrisis que ha presentado José Luis Rodríguez Zapatero en estos últimos doce meses.
Mariano Rajoy ha puesto a Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta de Galicia, como ejemplo de buena gestión al frente de un gobierno autonómico por su plan de austeridad y por su decisiva apuesta por reducir el déficit. Feijoo, por su parte, ha señalado que teme que las comunidades autónomas en España se dividan dentro de poco tiempo en dos categorías: "las que pagan y las que no pagan" a sus proveedores.
Los periodistas que cubren la caravana electoral de Mariano Rajoy han intentado, durante la llegada del líder popular al recinto ferial de Vigo, preguntarle su opinión por las quejas del presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, ante las duras críticas (muchas de ellas de dirigentes populares) vertidas contra la decisión de permitir que Bildu pueda concurrir a las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo. Rajoy, una vez más, ha declinado responder a este tipo de cuestiones.