Carme Chacón mide sus fuerzas en la madre de todas las batallas
La ministra protagoniza casi en solitario un mitin en Castilla-La Mancha ante la negativa de Barreda de coincidir con dirigentes nacionales
TOMELLOSO.Actualizado:Carme Chacón sigue midiendo sus pasos; sigue calculando sus posibilidades. La ministra de Defensa tenía más difícil que su eventual rival en las primarias del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, lograr un gran titular durante esta campaña. No ya porque el vicepresidente primero y ministro del Interior se exponga más a los medios, sino porque en la caravana de prensa nacional que cubre los principales actos de la ejecutiva federal del PSOE, solo tenía uno de sus mítines en el calendario frente a tres del número dos del Gobierno.
Ella tuvo, sin embargo, algo que no tendrá ningún otro dirigente: un acto casi para ella sola. El presidente de Castilla-La Mancha, buen amigo personal de la ministra, ha decido que no quiere la compañía de ningún político que pueda recordar a su electorado las políticas de Zapatero. Según las encuestas, incluido el último CIS, José María Barreda tiene una buena valoración personal y el 60% de los votantes socialistas cree que su gestión ha sido buena. Pero el instituto público vaticina, pese a todo, su derrota frente María Dolores de Cospedal, por un solo escaño. Su estrategia pasa por marcar perfil propio.
Tomelloso, una ciudad clave para ganar en la estratégica Ciudad Real y la no menos estratégica Castilla-La Mancha, tiene alcalde del PP, así que la ministra acudió a respaldar al aspirante socialista, Juan Antonio Valera. Logró un lleno hasta la bandera. No es que la capacidad del lugar fuera abrumadora -había sillas para unas 500 personas- pero muchos tuvieron que quedarse de pie.
Chacón parece haberse decantado de manera voluntaria por este tipo de actos, más cercanos que los grandes mítines en recintos deportivos. En la dirección del PSOE aseguran que fue ella, junto al partido en Castilla-La Mancha, la que decidió ir a la localidad ciudadrealeña y que también fue ella la que propuso que la caravana de prensa nacional la siguiera a este mitin, celebrado en un restaurante para bodas, banquetes y comuniones con un nombre que ni buscado con lupa: salones Epílogo.
Probablemente el cálculo de la protagonista de la velada y de su equipo no llegó a tanto como para elegir el lugar de manera premeditada. Solo hay dos sitios con capacidad para este tipo de eventos en Tomelloso y el otro lo ocupó Cospedal. Pero, en cualquier caso, que la candidata a la sucesión que puede simbolizar una continuación del zapaterismo acabara recalando aquí, tiene su miga. Ella misma no dudó en utilizarlo. «Estos salones se llamarán el epílogo pero esto suena a prólogo de cosas maravillosas», arrancó nada más subir al escenario.
De primera
Debía estar crecida porque por la mañana se desayunó con un elogioso artículo en el diario británico 'The Sunday Times' que sus asesores se encargaron de airear a los cuatro vientos: «Carme coge las riendas en el machista Reino de España», rezaba el titular. Con semejante inyección de ánimo, la ministra salió al ruedo para defender su presencia en una comunidad donde se dará la madre de todas las batallas.
Por si alguien no entendía su empeño, lo explicó. «Se está acostumbrado el PP a enviaros a gente 'medio pensionista' que viene la mitad de los fines de semana y están aquí con un ojo puesto en Madrid a ver si ascienden; habrá que aclararles las cosas, que sepan que Tomelloso es de primera», dijo. Poco a poco, Chacón hace avances en su afán por desprenderse de esa pátina de catalanista que siempre tuvo y tanto daño puede llegar a hacerle en unas primarias.
De lo que no quiere deshacerse, en cambio, es de sus vínculos con Zapatero. Ella representa una versión actualizada del presidente del Gobierno frente a un Rubalcaba casi 20 años mayor. Anoche lo explotó. Porque al tiempo que se metía con Rajoy por no hacer nunca «nada» y por no haber dejado para el recuerdo ni una ley con su nombre pese a haber sido ministro de casi todo, presumió de líder saliente. «Nunca un soldado español volverá a jugarse el tipo sin que lo apoye el Parlamento y la legalidad internacional y eso lleva el nombre de Zapatero; no habrá discriminación por la homosexualidad, porque uno quiera a quien quiera, y eso lleva el nombre de Zapatero...», subrayó. Estas son sus cartas.