Correa refuerza su poder en Ecuador al conseguir el triunfo en su referéndum

«¡Qué victoria! ¡Octava victoria consecutiva contra todos y contra todo!». Así inició el presidente Rafael Correa su discurso ante sus simpatizantes tras conocer los primeros resultados del referéndum consultivo celebrado en Ecuador el pasado sábado. El oficialismo ganó en las diez preguntas planteadas en el plebiscito, venció en 18 de las 24 provincias y tiene ventaja suficiente, aunque por los pelos, para profundizar en lo que define como su «revolución ciudadana».

Ayer, con el 30,1 % de las actas escrutadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) del país, entre el 44 y el 50 % de los más de once millones de electores ecuatorianos apoyaron las enmiendas constitucionales propuestas por el gobierno para reformar el sistema judicial, prohibir juegos de azar y matar animales en espectáculos, punto que afecta a las corridas de toros.

Aumento del poder

La oposición acusa a Correa, con cuatro años de mandato, de totalitarismo y teme que el presidente aumente su poder después de esta consulta. Dicen que podrá nombrar jueces más dóciles y que, al crear un órgano de vigilancia para la prensa, la libertad de expresión se verá limitada. Sin embargo, las urnas hablaron. No reflejaron las estimaciones de las encuestas que situaban en torno al 60 % los apoyos al oficialismo. Pero son lo suficientemente claras como para que el jefe del Estado que ha logrado gobernar con más estabilidad que sus predecesores -sacados del cargo por golpes populares- siga su mandato con tranquilidad.