El 'lobo' en Asturias se llama Álvarez -Cascos
Crece el temor entre los socialistas a que una alianza entre el PP y el exvicepresidente les arrebate el Principado
GIJÓN.Actualizado:No están las cosas como para que los socialistas se duerman en los laureles en Asturias. El último sondeo del CIS, publicado en vísperas de la campaña, ya vaticinaba que el PSOE podría perder el Gobierno si el Partido Popular y la formación liderada por el exministro de Aznar Francisco Álvarez-Cascos deciden unir sus fuerzas. El éxito depende de que los votantes socialistas no vean en quien fuera secretario general del hoy partido de la oposición una suerte de líder transversal de perfil exclusivamente regionalista. O sea, un Miguel Ángel Revilla asturiano.
A esa tarea se entregaron tanto el candidato a la presidencia del Principado, Javier Fernández, como el propio Zapatero. Las encuestas indican que la decisión de Cascos de presentarse a los comicios por desavenencias con la dirección del PP y Mariano Rajoy no solo está restando votos al PP sino que también restará escaños al PSOE e incluso a Izquierda Unida. De ahí, el interés de ambos dirigentes en advertir a sus votantes de que tanto da votar a Foro Asturias como a Isabel Pérez-Espinosa da exactamente lo mismo. Como quien avisa de que viene el lobo, Fernández subrayó que «el PP no tiene otro apoyo que Cascos y Cascos no tiene otro apoyo más que el PP». «Se han dividido por intereses y por intereses se juntarán», pronosticó. A ambos los etiquetaron como «derecha extrema». Esa es la principal estrategia de los socialistas en esta campaña para combatir la abstención: identificar a los conservadores con radicalismo.
Zapatero, sin embargo, no quiso entrar a la provocación del presidente valenciano, Francisco Camps, quien aseguró que al presidente del Gobierno su abuelo no debió transmitirle «la ternura y el cariño que normalmente transmiten los abuelos a sus hijos». El abuelo de Zapatero fue fusilado durante la Guerra Civil. Y, según aseguran fuentes socialistas, ver esas declaraciones le indignó. Pero optó por ignorarlo.