Y MORALES EN LOS TOROS
Actualizado: GuardarEste jueves hubo una romántica concentración en el Casino Jerezano con motivo del fútbol en Jerez. Rafael Romero, de esas personas que sin nada a cambio ha dedicado buena parte de su vida a investigar sobre la historia del deporte rey en la ciudad, se rodeó de buenos xerecistas de esos que son más azulinos que el escudo para charlar sobre el balompié, el Xerez y los inicios de este bendito deporte en la ciudad. Allí estaba otro de estos aventurados que a coste cero ha echado más horas por el Xerez que por su trabajo, Ramón Molina, pero también Don Sixto de la Calle, uno de los fundadores del actual Xerez Deportivo, quien departió con el biznieto de Thomas Spencer, el auténtico pionero.
En ese ambiente distendido tan alejado del actual fútbol moderno de los amplios contratos, derechos de televisión e intereses ocultos, se debatió sobre si Jerez es o no la cuna del fútbol, sobre los inicios deportivos de una ciudad adelantada a su tiempo, a pesar de la precariedad que sufría el pueblo, y de gloriosos desvaríos dignos de un xerecista empedernido.
Antes, todo hay que decirlo, Antonio Millán, presidente de la entidad, tuvo una larga reunión con Juan Carlos González, mandatario de la Fundación. Lejos de propios y extraños, los dos presidentes tendrían mucho de que hablar, ya que este organismo, por el que tanto se ha luchado, se está quedando en el olvido. Enfrente están las acciones, nimias, de Morales, poco más del 4% del total, pero básicas para la Fundación. Dicen que el nazareno no da su brazo a torcer. Allí estaba tranquilamente en los toros, en Sevilla, sin tener en cuenta lo que esos xerecistas, llamémoslos una vez más empedernidos, pueden ser capaces de hacer por un sentimiento tan puro como el que se palpaba este jueves en el Casino Jerezano.