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Economia

La economía crece a cámara lenta

El PIB crece dos décimas porque las familias reducen el consumo, las empresas no invierten y las instituciones han frenado el gasto público El Banco de España alerta de que el pulso de la actividad continúa muy débil

M. J. ALEGRE
MADRID.Actualizado:

La economía española mantuvo un débil pulso en el arranque de 2011 gracias al tirón del sector exterior, según anticipa el Banco de España en su informe trimestral de coyuntura. Las familias se han apretado el cinturón al máximo, las empresas no invierten porque no encuentran demanda interna, la construcción prosigue su desplome y el ajuste presupuestario ha drenado el gasto de las administraciones públicas. En tan duras circunstancias, el buen comportamiento de las exportaciones ha sido la única base del modesto crecimiento de dos décimas registrado por el Producto Interior Bruto en el primer trimestre respecto al cuarto del anterior ejercicio. Es el mismo ritmo de avance de finales de año, que siguió al estancamiento sufrido en un verano 'negro' en el que a los recortes de la crisis se sumó el aumento del Impuesto sobre el Valor Añadido. El Instituto Nacional de Estadística tiene previsto difundir un adelanto oficial de la evolución del PIB el viernes 13 de mayo.

El incremento de la actividad en el primer trimestre respecto a doce meses antes ha sido del 0,7%, calcula el instituto emisor. Tampoco este dato permite echar las campanas al vuelo. Es el ritmo más flojo entre las economías de la zona, y la comparación se lleva a cabo sobre los datos de una economía que en el primer trimestre de 2010 emergía de año y medio de recesión. En detalle, apenas se aprecian mejoras en la demanda interna, deprimida por la falta de confianza de empresas y hogares y por la contracción del gasto institucional. De ahí que el Banco de España se haya apuntado a las más pesimistas tesis de las organizaciones públicas y privadas que prevén para el conjunto del ejercicio 2011 un crecimiento de la economía española de apenas ocho décimas, frente al 1,3% que acaba de ratificar el Ejecutivo.

Entre enero y marzo, pese a que todas las actividades productivas -excepto la construcción- mejoraron, su tímido avance no fue suficiente para estabilizar el ámbito laboral, y la ocupación sufrió una caída adicional, en este caso del 1,3%. Cierto que a finales de 2010 el retroceso era del 2,4%. Y ya van once trimestres consecutivos de contracción del mercado de trabajo.

La producción aumentó siete décimas en el primer trimestre como consecuencia del descenso de la demanda interna en unas seis décimas en comparación interanual, compensada por un incremento de 1,3 puntos en el sector exterior. Respecto al trimestre precedente, el avance de dos décimas se logró por la aportación de tres décimas del saldo positivo de las exportaciones respecto a las importaciones, frente al descenso del consumo tanto del sector privado como del público.

Miedo al futuro

Las familias gastan lo mínimo porque han visto mermados sus ingresos o tienen miedo del futuro. Muchas están afectadas por el paro, otras por los recortes salariales, y otras, en fin, han visto reducirse con gran celeridad el valor de su patrimonio financiero (acciones, fondos de inversión o de pensiones) e inmobiliario (las viviendas cada vez valen menos). La capacidad de compra se está viendo mermada además por el repunte de la inflación y por las condiciones cada vez más restrictivas del crédito: aumento de los tipos de interés y endurecimiento de las condiciones de financiación. La buena noticia es la reducción en 0,5 puntos del nivel de endeudamiento de los hogares.

Prosiguió en el primer trimestre el hundimiento de la actividad de la construcción, con un descenso interanual que los expertos del Banco de España estiman en un 9% interanual, algo inferior al 11,4% del periodo septiembre-diciembre del pasado año. Las compraventas de viviendas se ven afectadas por el adelanto de las adquisiciones para no perderse el grueso de las ventajas fiscales, que concluyeron en 2010.

A los autores del informe les sorprende el escaso dinamismo de la inversión empresarial, tras una etapa de fuerte desendeudamiento. Con todo, aprecian una mayor fortaleza relativa de la inversión en equipo, seguramente vinculada a las ventas en el exterior. La construcción no residencial se está viendo frenada por el efecto de los planes de austeridad en los planes que se realizan en colaboración con las administraciones públicas.

La reactivación del sector exterior es consecuencia del dinamismo de las exportaciones de bienes y de la notable recuperación del turismo. Las compras en países extranjeros se han frenado, a causa de la debilidad de la demanda interna. El Banco de España celebra que buena parte del éxito de las ventas al exterior responda al esfuerzo de diversificación realizado por las empresas, pero también advierte de otras causas transitorias -como la inestabilidad de los destinos turísticos del norte de África- que, con el paso del tiempo, irán perdiendo fuerza.