Condenan a un joven de 27 años por abusar de una niña de 12

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a cuatro años de prisión a un vecino de Puerto Real de 27 años, por abusar sexualmente de una adolescente con la que contactó por Messenger y la red social Tuenti entre 2008 y 2009.

La víctima de estos abusos había fingido en su perfil digital que tenía 15 años, aunque en realidad apenas superaba los 13 años, una edad especialmente protegida por la ley en este tipo de cuestiones. Sin embargo, el joven condenado no tuvo reparos en mantener, e incluso forzar, nuevos encuentros con ella, a pesar de que averiguó la edad que tenía la pequeña.

En cambio, un amigo del condenado que también mantuvo relaciones con otra menor de 12 años, ha sido absuelto en la misma sentencia porque el tribunal de la Sección Primera ha considerado que, sin entrar en la cuestión de si los encuentros fueron consentidos o no, el joven desconocía que la chica tenía menos de 13 años.

Fingieron ser mayores

También ella había mentido a través de su perfil de Tuenti, para aparentar ser una persona mayor de lo que realmente era. Aún así, la edad que simuló en internet, tampoco pasaba de los 15 años. El joven que ha sido absuelto cumplía entonces los 18 años.

Los hechos ocurrieron en el domicilio familiar del condenado, donde él y su amigo solían darse cita con las menores cuando la casa se quedaba sola. Con todo, transcurrieron varios meses, en los que las menores acudían a la vivienda, antes de que se cometieron los abusos. Según el tribunal, el joven que ha sido condenado insistió y presionó a la menor para que accediera a mantener una relación con él. Incluso llegó supuestamente a amenazarla. Ella le había confesado su edad real, por lo que él le dijo que «no se lo contara a nadie». Ella solo se lo confesó a su amiga, que notó que la pequeña se sentía mal por lo que había ocurrido y por haber consentido los hechos. Sin embargo, en este punto, el tribunal se muestra tajante: «Al ser la adolescente menor de 13 años, se presume de 'iure' -es decir, por ley- que no estamos ante un acto sexual consentido». De nuevo Internet y los riesgos que entraña su mal uso por los menores de edad, jugó un papel fundamental en este caso, aunque ahora sirvió para que finalmente se desvelaran y denunciaran. Y es que, las niñas, temiendo que los jóvenes pudieran haberlas grabado y colgaran las imágenes en internet, relataron lo ocurrido a unos adultos, que presentaron las correspondientes denuncias.

La Fiscalía pedía para uno de los jóvenes dos años y dos meses de prisión; y para el ahora condenado, la pena que finalmente se le ha impuesto: cuatro años de prisión.

Ambos estaban acusados de un delito de abusos, aunque el segundo de ellos contaba con el agravante de haberlo cometido a sabiendas de que la víctima era menor de 13 años. Durante el juicio, el acusado negó que hubiese llegado a tener contactos con la pequeña. Pero el tribunal ha tenido en cuenta como cierto el testimonio de ella sobre el suyo. Además de los cuatro años de prisión, el tribunal ha prohibido al joven que se aproxime a menos de 500 metros o que se comunique con la niña durante cinco años.