Elecciones 22-M

Rajoy se muestra convencido de ganar en los feudos históricos del PSOE

Defiende que una victoria en Extremadura marcaría la verdadera "medida y la fuerza" del cambio en España

MÉRIDA Actualizado: Guardar
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De la máxima cautela, a una euforia contenida. Pocos en el PP creen a estas alturas que el PSOE pueda darle la vuelta a las encuestas, que auguran una aplastante victoria de los populares en 22 de mayo. Convencidos de que en los 15 días de campaña electoral apenas se decide menos del 2% de los votos en liza, los dirigentes populares quieren volcarse en aquellas zonas donde "aún hay partido", es decir, donde PSOE y PP parten con un empate técnico, porque en estos territorios sí será decisiva la campaña.

Mariano Rajoy, en cualquier caso, ha cambiado su discurso sobre las posibilidades de ganar en feudos autonómicos históricos como Extremadura o Castilla-La Mancha a reseñar las altas posibilidades de triunfo.

"El cambio en Extremadura va a ser la monda, porque no se lo esperaban", ha dicho hoy Rajoy ante más de dos mil seguidores en el mitin que ha celebrado en Mérida junto a José Antonio Monago, presidente de los populares extremeños.

El presidente de los populares ha ido más allá y ha aseverado que toda España mira a Extremadura, "porque aquí estará la medida y la fuerza del cambio en toda España". Esto significa que Rajoy considera que si Monago vence el 22 de mayo, al igual que María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha, a José Luis Rodríguez Zapatero le quedarán muy pocas excusas para no adelantar las elecciones generales. "Esa hermosa palabra que el cambio político recorre toda España", remachó. Y este relevo en la Juta de Extremadura hará, según Rajoy, "un acontecimiento que va hacer reflexionar a mucha gente" en todo el país. Por ello ha arengado a los asistentes a salir a la calle y pedir el voto "a los que siempre han confiado en el PP", pero también a los que hace cuatro años votaron a otro partido "y ahora se sienten defraudados con sus políticas".

Lejos de ser una casualidad, la decisión de comenzar la campaña electoral de manera oficial en Extremadura ha sido muy meditada en el seno del PP. Más allá de las encuestas -la última del CIS daba a Monago como el candidato más votado-, Rajoy ha palpado en sus últimas visitas a esta tierra que la derrota del PSOE, tras 30 años en el poder, es posible.

El cambio, según el máximo dirigente popular, significa preocuparse de lo que le interesa a la gente "y no problemas de sucesión en un partido sin liderazgo como el PSOE que ha perdido todas sus señas de identidad".

Crisis y paro

Rajoy ha vuelto a centrar su intervención en la economía y en la crisis. Ni una sola mención a la decisión del Tribunal Constitucional de permitir a Bildu presentarse a las elecciones, pese a ser el tema del día. Su opinión sobre este asunto se ha limitado a la escueta y contenida declaración sin preguntas que realizó en un acto por la mañana. Por el contrario, muchas comparaciones entre el Gobierno socialista, "que ha generado cinco millones de parados", y los Ejecutivos de José María Aznar, "que crearon cinco millones de puestos de trabajo". Es decir, una fórmula dulcificada de la máxima que acuñó hace tiempo la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre: "Cuando el PSOE entra por la puerta, el trabajo sale por la ventana".

Mariano Rajoy, dentro de su plan de campaña, visitará mañana Toledo para arropar a María Dolores de Cospedal, su secretaria general y número dos del partido, en su gran duelo con el socialista José María Barreda, el otro gran empeño estratégico del líder de los populares. Un triunfo de la secretaria general del PP en Castilla-La Mancha sería la glosa soñada para los populares de cara a los comicios del 22 de mayo.